Días atrás, en una acción coordinada a la perfección en diferentes países del Viejo Continente, artivistas intervinieron más de 500 vallas publicitarias de diferentes ciudades europeas; entre ellas, Ámsterdam, Londres, Bristol, Manchester, París, Lisboa, Roma, Barcelona, Bruselas. Así, de la noche a la mañana, avisos corporativos eran tapados por afiches satíricos con doble mensaje crítico: el primero y principal, que viajar en avión agrava seriamente la crisis climática; y ya luego, cómo la industria publicitaria encubre el devastador impacto ambiental de los vuelos con anuncios imprudentes y engañosos.
Con eslóganes como “Decile sí al fin del mundo”, “Pasajes baratos a la Isla Plástica”, “Creando un futuro insostenible” o “Arruinando el aire”, las mordaces “publicidades” han sido ilustradas con imágenes ciertamente contundentes; por ejemplo, de azafatas usando máscaras de oxígeno o incendios forestales. Además, los falsos avisos apuntaban -sin preámbulos- a conocidas aerolíneas (KLM, Air France, Lufthansa, British Airways, Ryanair, EasyJet, entre ellas), recordándoles que ninguna ha cumplido con las metas verdes que se han autoimpuesto.
Vale decir que, detrás de la acción, está el grupo Brandalism, que trabaja “hackeando” espacios publicitarios con piezas que alertan sobre injusticias sociales y medioambientales. Esta propuesta, la más reciente del colectivo, fue craneada tras un verano con picos históricos de calor en Europa, además de preocupantes incendios forestales en diferentes zonas. Contaron para la ocasión con la colaboración de artistas que, con sumo gusto, buscan concientizar sobre la causa; por mencionar algunos nombres: Lindsay Grime, Michelle Tylicky, Soofiya, Hogre… “Las agencias deberían reconsiderar para quien trabajan, y rechazar a clientes que emiten tanto carbono”, la firma propuesta de Brandalism, que manifiesta su espanto por “el halo de glamour que siguen instalando respecto a la contaminante industria aérea”.