Tras meses de controversia, Elon Musk anunció que finalmente comprará Twitter y la convertirá en una "superaplicación". La decisión del magnate llega días antes del comienzo del juicio --previsto para el próximo 17 de octubre en el estado de Delaware-- que debe enfrentar por haber cancelado el acuerdo de compraventa, bajo el argumento de que la red social tiene un número mayor de cuentas falsas que las declaradas por la compañía. El fundador de Tesla y SpaceX la convertirá en parte de "X", una "superaplicación" que permitiría hacer "todo en uno".
Cómo sería 'X'
Se trataría de una aplicación "paraguas" integrada por "microaplicaciones" útiles para el uso cotidiano y que "facilitarían la vida de las personas". Ya en junio pasado, durante un encuentro virtual con los empleados de Twitter, el empresario manifestó su deseo de explotar todo el "potencial" que tiene la red social, convirtiéndola así en parte de una "superapp", similar a aplicación multipropósito WeChat. "Creo que sería importante tratar de incluir la mayor parte posible del país, la mayor parte del mundo", dijo Musk.
WeChat, haciendo a un lado las medidas impuestas por el gobierno chino que limitan la libertad de expresión, es el modelo más claro de una "superaplicación" o "superapp". Ese modelo le permitió conseguir más de 1.200 millones de usuarios (Twitter tiene "apenas" algo menos de 400 millones de usuarios) desde que fue lanzada, en 2011, y estar presente en muchos aspectos de la vida cotidiana de los chinos.
Entre las principales funciones de una "superapp" se encuentran la mensajería instantánea, las llamadas gratis, pedir un servicio de traslado, pagar facturas de servicios, enviar dinero a cuentas, solicitar un turno médico o estético, jugar online, entre otros.
"Libertad de expresión" y "purgas"
Anteriormente, Musk se había declarado defensor de la libertad de expresión. Con la compra de Twitter --sostuvo-- prevé dejar a los usuarios "expresarse como lo crean conveniente, mientras no infrinjan la ley". Además, adelantó que levantaría la suspensión a la cuenta de Donald Trump, quien fue expulsado luego del ataque que sus seguidores realizaron al Capitolio, en enero de 2021, después de un tuit del expresidente que fue percibido como un "llamado a las armas".
Otra de las principales medidas anunciadas por Musk era la "purga" de cuentas falsas, bots y spam que "invaden" la red social. Incluso indicó que realizaría una revisión exhaustiva en el equipo de gestión y despidos de personal.
Idas y vueltas
El 4 de abril pasado, cuando Musk compró el 9,2 por ciento de las acciones de Twitter por 2.900 millones de dólares, el valor en la bolsa de la red social incrementó. El CEO de Twitter, Parag Agrawal, calificó a Elon como "apasionado creyente e intenso crítico del servicio" y manifestó que era eso "lo que la empresa necesitaba". Sin embargo, casi 20 días después, el CEO de Twitter reveló que había acordado venderle a Musk toda la compañía en 44.000 millones de dólares.
El 13 de mayo, Musk anunció que la adquisición estaba "temporalmente en suspenso", mientras investigaba el número de cuentas falsas y bots en la plataforma. Luego de dos meses, el empresario decidió cancelar la compraventa, alegando que la compañía "ocultó información" y "no cumplió con sus obligaciones contractuales", situación que llevó a Twitter a iniciar acciones legales contra el fundador de SpaceX por "incumplimiento" del acuerdo.
Un exempleado de Twitter, en tanto, reveló que la empresa tenía falencias en su sistema de seguridad informático, que obstruían la depuración de cuentas falsas, bots y spam, lo que terminó poniendo a Musk en un lugar favorable de cara al juicio y que lo motivó a realizar una contrademanda.
No obstante, el multimillonario anunció este martes que la compra de Twitter finalmente se llevaría a cabo. Algunos expertos sostienen que este cambio se debe a que Musk se habría dado cuenta de que su argumento para dar marcha atrás el acuerdo, esto es, la enorme presencia de cuentas falsas y bots en la red social, era insostenible.