“El feedback real lo tenés cuando tocás en vivo. Es la manera en que las canciones cuentan su cuento”, afirma Sebastián Cebeiro, cantante de La Vela Puerca. Este jueves y viernes, el grupo uruguayo tendrá la posibilidad de comprobar el impacto que tuvo hasta ahora entre el público su nuevo álbum de estudio, Discopático (2022), una vez que se suban al escenario del Luna Park. A lo que el otro cantante de la banda, Sebastián Teysera, añade: “Eso es lo que estamos aprendiendo en este momento con los recitales: la idiosincrasia de los temas nuevos. Tanto de parte nuestra como de parte de nuestros fans”. Y su tocayo vuelve a tomar la palabra: “Las canciones son más poderosas que el propio compositor. Siguen hablando constantemente a través de la gente y de su interpretación. Te van pintando otros paisajes. Tengo la idea de la canción cuando la escribí, y luego me encuentro con versiones diferentes. Hay canciones ambiciosas, otras tímidas. Uno va viendo la personalidad de esa canción”.
-Suele suceder que las canciones que se convierten en hits o en clásicos le cierran los espacios a los temas nuevos. Son imposibles de derrumbar.
Cebeiro: -La gente no se identifica con el que está detrás de la canción.A veces ni siquiera tienen que ver con un hecho musical, sino más bien emocional. Te hacen recordar a tu hermano, y nunca al que la compuso. Es un momento de tu vida, y no de la mía como compositor.
-¿Y en qué momento de sus vidas los encuentra este repertorio?
Teysera: -Consideramos que tenemos que patear nuestro propio tablero, y cambiar el proceso compositivo. En cada disco tratamos de desafiarnos. Esa es la parte divertida, y nos parece súper enriquecedor. Esta vez teníamos ganas de hacer un disco bailable, para arriba. Nos queríamos alejar de los comienzos de la banda, del reggae y del ska. Maduramos en eso, musicalmente. Y lo logramos con una forma diferente de componer. Si antes lo hacíamos en el fogón, ahora probamos con la línea de bajo. Hubo 60 líneas de bajo. Y lo hicimos por etapas: primero bajo, luego la guitarra y más tarde los caños. Después de todo eso, ahí vino la melodía. Lo que nos dio la pandemia fue tiempo. Con excepción del primer álbum, este fue el disco que más tiempo tuvimos para experimentar para ponerle cabeza al concepto.
-Si bien siempre le huyeron a la circunstancia rioplatense, en este disco sorprende que acudieran a estilos ajenos al sonido del grupo como la new wave.
Teysera: -Cuando escucho estas canciones, sigo escuchando a La Vela. No me suenan del todo ajenas. Desde que empezamos a pensarlo, estuvieron presentes influencias como Echo and the Bunnymen. Eso fue planeado. También fue la primera vez que grabamos en nuestra sala. Queríamos que este disco no tuviera un sonido extraño, pero sí diferente y coherente.
-La Vela Puerca es un grupo que le dedica mucho cuidado al audio. Y este caso no fue la excepción. ¿Pero qué sentido tiene hacerlo cuando la gente escucha música en su teléfono?
Cebeiro: -Es más fetiche del músico que otra cosa. Hoy la gente se mata por ver una película en full HD o en streaming, y escucha la música en el celular con el auricular que viene con el teléfono. Mientras que uno se mata por valorar el vinilo o por hacer una canción con tal influencia. Por ahí la gente no termina valorando eso. Pero al final lo hacemos porque es como nos queremos escuchar.
-El título es un juego de palabras que alude a su enfermedad por consumir discos enteros más que por consumir canciones. ¿No les genera ansiedad dedicarle 40 minutos a la escucha?
Teysera: -Es una historia de rebeldía. Somos “discopáticos” porque nos gusta escuchar discos. A nuestra edad (rondan los 50 años), nos tira más por ese lado. Me gusta más esa imagen de estar enfermo por los discos, más que por las canciones. ¿Qué le puedo hacer?
-¿Cómo hilvanaron el relato del repertorio en esta ocasión?
Teysera: -Cuando trabajamos con Gustavo Santaolalla hacíamos 45 canciones para que quedaran 13. Si bien lo puedo entender, como compositor la búsqueda de la canción perfecta es al pedo. Un compositor hace canciones de mierda, más o menos y alguna buena. En este caso, fue raro. Sólo quedó una canción por fuera.
-¿Por qué no la incluyeron?
Teysera: -Porque no tenía nada que ver con las otras. Era un poco más de lo mismo. Y no era la más bonita. Es muy riesgoso tener 13 canciones, dejar 12 y hacer un disco con eso.
-La búsqueda de la canción perfecta puede que sea inútil, pero se tornó en una utopía funcional para elucubrar esa idiosincrasia de la que hablaron anteriomente.
Cebeiro: -Hay gente que entiende que tiene una fórmula en la mano, y la explota disco tras disco. Entonces se toma la licencia de sacar un disco al año. Pero las canciones terminan siendo parecidas. Nosotros nos tomamos la libertad de tocar mucho las canciones en vivo, y darnos nuestro tiempo para componer temas que representen nuestro momento actual.
-Cuando un artista se toma su tiempo, debe ser angustioso no dar con la inspiración. En tanto que otros prefieren ser hijos del rigor del deadline.
Teysera: -Cuando hicimos “Deskarado”, explotó. Y al toque empezamos a trabajar con Santaolalla. Hubo una reedición de esa canción porque no teníamos otras. Todo lo que hacíamos se parecía a ese tema, y ahí me frustré, pensé que era el fin de la banda. Luego dejamos que pasara un tiempo, y empecé a leer un montón de libros y me pasaron un montón de cosas. Ahí abordé de vuelta la composición. Yo intento alejarme lo más posible de la parte compositiva.
-¿Cuándo sintieron que había encontrado su identidad cancionera?
Teysera: -Cuando salió A contraluz, fue un disco bisagra. Siempre supimos que no queríamos ser una banda de un solo estilo porque nos íbamos aburrir a los dos minutos. Y llegamos a la historia de la banda brasileña Titãs (en su primera etapa tuvo en Arnaldo Antunes a uno de sus líderes). Ellos buscaban la libertad, pero sin perder la esencia. Nosotros también queríamos eso. Ya se notaba que buscábamos cosas diferentes. Y en ese disco dimos un pasito adelante sobre la personalidad y la búsqueda de un sonido propio.
Cebeiro: -En lo de patear el tablero en lo sonoro, Titãs es experto. No conozco otra banda que haya variado tantas veces. Era gente que venía del teatro, por lo que primaba más la actuación en vivo. Era un búsqueda constante de lo artístico.
-¿Les parece que la canción sigue comprometida con el tiempo que le toca vivir?¿Sus canciones lo están?
Teysera: -Uno está viviendo lo que vive, y también está informado. Y tratamos de pintar en las canciones no una verdad. No somos panfletarios ni nada de eso, es como vos ves las cosas. Este disco tiene una mirada más global. Es tratar de representar lo que te rodea, y no hacer cosas banales.