El partido entre Gimnasia y Esgrima y Boca Juniors se suspendió definitivamente a raíz de los graves incidentes registrados entre hinchas del conjunto platense y la policía, que reprimió a los aficionados con postas de goma y gases lacrimógenos que invadieron el estadio e hicieron imposible la continuidad del juego.
Minutos antes del comienzo del encuentro y con las tribunas ya colmadas de gente, las autoridades del club y los encargados de seguridad decidieron cerrar las puertas del estadio Juan Carmelo Zerillo, pese a que una multitud de hinchas y socios aún no habían podido ingresar. La policía intervino violentamente para dispersar a los simpatizantes que se agrupaban en los accesos a la cancha.
En un principio hubo corridas, piedrazos y balas de goma, pero con el correr de los minutos, los uniformados respondieron con gases lacrimógenos, que terminaron ingresando al campo de juego y afectaron a jugadores, cuerpo técnico y terna arbitral, además de los hinchas de las plateas más cercanas a los incidentes.
Por decisión del árbirtro Hernán Mastrángelo, el partido quedó demorado a los nueve minutos de juego, con ambos planteles retirándose al vestuario.
"El árbitro Hernán Mastrángelo suspendió por falta de garantías el partido entre Gimnasia y Boca, por la fecha 23 del Torneo Binance. El encuentro estaba 0-0 en 9 minutos del primer tiempo", fue el mensaje que publicó la Liga Profesional de Fútbol en su perfil de Twitter.
"La AFA repudia enérgicamente los hechos de público conocimiento acontecidos hoy en las inmediaciones del estadio de Gimnasia y expresa su compromiso de continuar trabajando para erradicar esta clase de episodios que empañan la fiesta del fútbol", expresaron desde la Asociación del Fútbol Argentino.