Pocas horas después de que trascendieran audios de WhatsApp entre Brenda Uliarte y Eduardo Prestofelippo, el youtubero de ultraderecha que muestra con orgullo su foto junto a Jorge Rafael Videla subió a su Instagram personal una historia negando esa relación y avisando que su abogado Marcelo Peña se encargaría del asunto. Sin embargo el mismo influencer parece haber cambiado de estrategia menos de un día después con un vivo en su casa del barrio Nueva Córdoba de una hora de duración en el que no sólo asegura haber tenido vínculo con la novia de Fernando Sabag Montiel, sino que incluso cuenta detalles de al menos un encuentro sexual. Sucedió en la tarde de ayer jueves, mientras las relaciones de La Banda de los Copitos se van espiralando alrededor de distintos referentes libertarios y de derecha.
“Yo me voy a hacer cargo de lo que me tenga que hacer cargo. Eso sí: a los que armaron esto no les va a salir gratis. Tarde o temprano toda esta mierda va a salir. Y aquellos que se están alimento con esas boludeces que están publicando, les voy a pegar donde más les duele: en lo económico”, amenazó antes de encarar una defensa bastante extraña, ya que no sólo reconoció el contacto con Uliarte que él mismo había negado un día antes por Instagram cuando el tema se hizo público, sino que también terminó reconociendo que su amigo Jorge Gorostiaga (conocido en redes como Danann) efectivamente reportó para la AFI, tal como aseguró este diario semanas atrás.
Fiel a su estilo provocador, El Presto inició la transmisión de IG con la canción que el cantante Gustavo Cordera escribió como respuesta a la causa que se le inició por haber dicho que “hay mujeres que necesitan ser violadas para tener sexo porque sin histéricas”. La misma se titula “El abuso”.
Presentado como un “editorial”, Prestofilippo avisó que “no la vamos a hacer tan larga”, aunque terminó despachándose durante una hora. “Si le tengo que dar aclaración (SIC) es a mis amigos, a la gente que me sigue, y hasta ahí… y a mi madre”, dijo, con una convicción que demolió diez segundos después: “Mi abogado Marcelo Peña presentó todo a la Justicia y se aclaró que (para) lo que necesiten, yo voy a estar a disposición, a Derecho, para lo que sea”.
Según el periodista nacido en Entre Ríos y radicado en Córdoba, el primer contacto con Brenda Uliarte fue por noviembre de 2021, mes en el que Prestofelippo participaba de la campaña que ungió a Javier Milei como diputado nacional. Por ese entonces Uliarte le envía al Presto mensajes privados por Instagram después de verlo en varios actos de Milei. Le manda fotos, le dice ‘qué lindo que sos’ y éste responde: “Cuando ande por CABA nos juntamos a tomar algo”.
El encuentro se termina produciendo meses después, “a fines de abril”, en un departamento de Caballito donde Prestofelippo se alojaba durante su estadía porteña por invitación de un amigo. “Llega rara”, explica el influencer. ¿Cuál era el indicio? “Tenía mucho maquillaje, mucha base”. En un momento, asegura, se pone a grabar la conversación por celular, coartada para demostrarle que al menos en lo que dura el audio “no hablamos de política”. Toman unas bebidas, El Presto whisky. “Luego vamos a un motel y tuvimos diez minutos de intimidad, porque soy medio conejo. Y me puse a dormir. Me levanté a la mañana y chau”.
“Tengo la grabación de esa noche y jamás hablé de política. Ofrezco a la justicia ese audio, no van a encontrar un solo mensaje en el que hable de política. Fue un polvo de borracho a la noche y listo”, se excusó Prestofelippo en el vivo por Instagram. Además le dedicó a Uliarte calificativos cargados de desprecio, hablando de ella como “una loquita” y “una tarada”, a la vez que asegura que luego fue él quien decidió cortar la relación porque “después la mina se puso muy intensa con los mensajes”. Algo que no parece condecirse con el audio que circuló el miércoles pasado, en donde el youtubero dice: “me gustó mucho la noche que pasamos. ¿Vos la pasaste lindo?”, a la vez que es él quien propone un nuevo encuentro.
“Es un chat de jeropa. Digo, yo estoy soltero: de mi vida privada puedo hacer lo que se me canta. ¿O ahora tener relaciones sexuales es un delito?”, postula Prestofelippo con mucha razón en uno de los pocos momentos de lucidez discursiva de todo su exordio por Instagram. Es que en otro momento se manifiesta arrepentido de no haber hecho público antes este encuentro. La explicación a esto es interesante y habilita otras lecturas: después de que Uliarte tomara relevancia pública, El Presto llama preocupado a otros influencers de ultraderecha. “La cagué, en abril me la garché a Copito (así nombra a quién conoció como Ambar, el nombre con el que ella se publicitaba en la plataforma de contenido erótico OnlyFans)”. Según el youtubero “nos van a operar con esto”, predicción que enlazó con Danann, a quien asegura haberle advertido que “seguramente a vos te salte lo de la AFI”. En su afán por defenderse, Prestofelippo termina tirándole petróleo a Jorge Gorostiaga, quien hasta ahora se había cuidado de no expedirse sobre esa acusación.
“En eso momento los chicos dijeron: ‘deja, no digas nada, esto ya va a pasar’. ¡Y yo tendría que haberle hecho caso a mi instinto y contarles ustedes (N: sus seguidores en las redes sociales), así me adelantaba a la opereta. Yo sabía que no me tenía que quedar callado”, amplía, en una crítica al silencio que decidieron Gorostiaga e influencers como Álvaro Zicarelli, otro de los anti-estado que también supo estar conchabado en el Senado en tiempos de Gabriela Michetti.
A pesar de reconocer su vínculo con la integrante de la Banda de los Copitos, Prestofelippo no se priva de calificar la divulgación de esta historia (que él no niega) como una forma de “ensuciar a políticos de derecha y liberales que están creciendo muy fuerte en las encuestas”. En esa línea nombra a Amalia Granata, Florencia Arietto, Patricia Bullrich, Javier Milei (a pesar que en julio lo calificó como “catador hijo de puta”) y Francisco Sánchez, el diputado del PRO que había pedido la pena de muerte para Cristina Fernández de Kirchner. A diferencia de Sánchez, El Presto dijo que la quiere viva a la vicepresidenta. “Así sufre en carne propia y hasta último momento”.