El beneficio extra, con un tipo de cambio diferencial, que el Gobierno les dio a los productores sojeros generó un septiembre con cifras récord para la actividad. La Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), anunció que durante el último mes de septiembre las empresas del sector liquidaron la suma de 8.120.315.975 dólares; representando una cifra un 140 por ciento mayor a agosto pasado, y un 198 por ciento por encima de septiembre de 2021.
"El ingreso de divisas del mes de septiembre es el mas alto de los últimos 20 años", destacaron desde CIARA. En ese escenario, el sector aprovechó para pedir nuevos estímulos, aunque el dólar soja no se renovó por decisión del Gobierno.
El monto liquidado desde el 2 de enero de 2022 asciende a 33.817.223.376 dólares. "El ingreso de divisas del mes de septiembre se vio impactado por la instrumentación del Decreto 576/22 del 5 de septiembre que estableció un tipo de cambio especial hasta el día 30 de septiembre para la compra de soja, registros de embarques y pagos de derechos de exportación", precisó CIARA.
El ingreso mensual de divisas, transformadas en pesos, es el mecanismo que permite seguir comprando granos a los productores al mejor precio posible. La liquidación de divisas está fundamentalmente relacionada con la compra de granos que luego serán exportados, ya sea en su mismo estado o como productos procesados, luego de una transformación industrial. La mayor parte del ingreso de divisas en este sector se produce con bastante antelación a la exportación, anticipación que ronda los 30 días en el caso de la exportación de granos y alcanza hasta los 90 días en el caso de la exportación de aceites y harinas proteicas. Esa anticipación depende también del momento de la campaña y del grano de que se trate, por lo que no existen retrasos en la liquidación de divisas.
En este sector, las comparaciones estadísticas entre distintos períodos son generalmente imprecisas o inexactas ya que la liquidación de divisas está fuertemente influida por el ciclo comercial de los granos, que depende de diversos y cambiantes factores exógenos como oscilaciones internacionales de precios, retracción de la oferta, distinto volumen y valor proteico de las cosechas, condiciones climáticas, feriados, medidas de fuerza sindicales, modificaciones regulatorias, barreras arancelarias y para arancelarias del exterior, exigencias fitosanitarias o de calidad de otros países, etcétera.