El presidente estadounidense, Donald Trump, insistió ayer delante de su homólogo mexicano, Enrique Peña Nieto, que sigue en pie su posición de que México pague por el muro fronterizo entre los dos países.
Más de cinco meses después de que Peña Nieto cancelara una visita a la Casa Blanca por los planes de Trump de construir el muro, ambos líderes se dieron la mano en Hamburgo (Alemania), en un encuentro organizado aprovechando la presencia de ambos en la cumbre del G-20. Los medios gráficos ya salían de la sala para dejar a solas a las dos delegaciones cuando una corresponsal preguntó a Trump si seguía queriendo que México pague el muro. “Absolutamente”, fue la respuesta del estadounidense, según el relato del pool de periodistas que lo acompaña.
Sin embargo, posteriormente el ministro de Relaciones Exteriores de México, Luis Videgaray, indicó que el tema del muro no se trató en la reunión bilateral de media hora que mantuvieron los dos mandatarios al margen de la cumbre de jefes de Estado y de gobierno del G-20. “No es un tema de la relación bilateral. Habíamos acordado previamente que no se trataría y efectivamente no se trató”, declaró al término del encuentro.
“Yo estaba en la reunión. No lo escuché. Lo que puedo confirmar es que no fue parte de la reunión”, respondió el ministro ante la insistencia de los periodistas al “absolutamente” de Trump. “No fue parte de la conversación y segundo yo no lo escuché. No puedo desmentirlo. Si lo dijo, yo no lo escuché”, agregó.
Durante la reunión los dos líderes acordaron que buscarían nuevos mecanismos de migración para permitir el ingreso temporal de trabajadores del campo mexicanos. “Un tema que no estaba previsto abordar pero que surgió en la conversación fue que se acordó que buscaríamos trabajar de manera conjunta para generar nuevos mecanismos de migración para permitir el ingreso temporal de trabajadores agrícolas mexicanos a Estados Unidos”, explicó Videgaray. “Reconocieron así que ésta es una realidad económica de la región y que necesitan nuevos marcos para permitir la migración legal, transparente, temporal de trabajadores agrícolas hacia Estados Unidos”, explicó.
El jefe de la diplomacia mexicana comentó también que la reunión de aproximadamente media hora, como suele ser habitual en este tipo de encuentros, transcurrió en un tono respetuoso y también cordial. Los dos mandatarios abordaron en un primer plano el inminente inicio de la renegociación o modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta) que tendrá lugar el 16 de agosto. “Estamos negociando el Tlcan y varias otras cosas con México y veremos en qué resulta. Ya veremos cómo sale todo, pero creo que estamos haciendo muy buenos progresos”, señaló el presidente estadounidense ante las cámaras antes de iniciarse la reunión, llamando amigo a Peña Nieto. Mientras, para el mandatario mexicano la reunión ayudará a los dos países a mantener el diálogo fluido que les permita avanzar en la renegociación de los tratados de libre comercio y continuar con la cooperación en asuntos claves, como la seguridad en las fronteras.
Desde México indicaron también que se habló de cómo será este proceso, particularmente de las expectativas de los tiempos y de la importancia de que las negociaciones se den de una manera acelerada para llegar a un acuerdo en principio hacia finales del año. “Este es el objetivo conjunto que tienen ambos presidentes”, declaró Videgaray.
Trump y Peña Nieto hablaron también de otros temas importantes en la relación bilateral como es la lucha contra el crimen organizado y el trabajo conjunto entre México y Estados Unidos para el desarrollo, la creación de empleo y estabilidad en Centroamérica, particularmente el triángulo norte. “Se reconoció la necesidad de que el gobierno de Estados Unidos haga esfuerzos significativos para reducir el consumo de drogas ilegales en ese país como un generador de violencia en México”, dijo el ministro. En este punto, Trump explicó a Peña Nieto algunas de las políticas que se están poniendo en marcha y que van a poner en marcha para reducir el consumo de drogas en Estados Unidos y seguir cooperando en esta materia. A pesar de todo, Videgaray insistió en que no se lograron acuerdos sustanciales y que fue una reunión de trabajo.
La reunión de ayer es la primera entre ambos mandatarios desde que Trump es presidente. Aunque ya se conocían desde agosto del año pasado, cuando el entonces candidato a la Casa Blanca aceptó por sorpresa una invitación a México de Peña Nieto. En enero, el presidente mexicano canceló una visita a Washington tras la decisión de Trump de decretar la construcción del muro y de un tweet posterior, en el que afirmaba que si México no lo pagaba era mejor que su presidente cancelara la visita. Y a mediados de junio Trump resucitó el proyecto de muro, añadiéndole un toque ecológico con un posible “muro solar” que generaría energía y financiaría así su coste, una propuesta que los expertos recibieron con escepticismo.