Un incendio intencional destruyó en Bariloche uno de los refugios de montaña más emblemáticos del senderismo patagónico. Se trata del San Martín, más conocido como Jakob, por estar construido a orillas de la laguna que lleva ese nombre. Ubicado a 1600 metros de altura, está construido con piedra y madera, y se llega a él tras una caminata que demanda unas seis horas. Una versión indicaba ayer que cerca del refugio aparecieron panfletos con reivindicaciones mapuches, pero tanto las autoridades del Club Andino local como del parque Nacional Nahuel Huapí se mostraron cautas y evitaron señalar responsabilidades. Es más, recalcaron que no hay en el lugar conflictos por tierras.
En esta época del año, el refugio permanece cerrado y solo tiene habilitado un pequeño cuarto de acceso libre a algún caminante que se aventure a enfrentar el frío, la nieve y la soledad del lugar. Precisamente, el miércoles pasado, un montañista solitario fue a buscar cobijo, pero se encontró con un panorama desolador. Tuvo que pasar la noche en la carpa que llevaba y el jueves descendió para denunciar el hecho.
Enseguida subió una comisión de gendarmes y personal de Parques nacionales y el Club Andino Bariloche (CAB), propietario de la construcción. El grupo estuvo encabezado por el refugiero, Claudio Fidani, que maneja durante el verano la concesión del lugar.
Ayer, el presidente del CAB, Martín Enevoldsen, explicó que el incendio fue “claramente intencional”, ya que había agrupadas garrafas con gas para provocarlo. “No hubo robo y la radio estaba en su lugar totalmente quemada”, indicó. Además, contó que fue encontrado a 100 metros de allí el libro de visitas del refugio, con consignas de grupos mapuches.
El secretario de Seguridad nacional, Eugenio Burzaco, quien justo se encontraba ayer en Bariloche para visitar a las fuerzas federales y firmar un convenio con la Municipalidad local, dijo que “hay que ser cautos hasta que se sepa claramente qué paso”. “Está claro que el gobierno federal colabora con la investigación para saber qué pasó y quién puede estar detrás de eso, con la intención de esclarecerlo. Pero no me apresuraría a sacar conclusiones cuando ni siquiera sabemos exactamente qué pasó”, señaló.
También el intendente del Parque Nacional Nahuel Huapí, Damián Mujica, dijo que es “prematuro hablar de un atentado incendiario” y aclaró que “no existe conflicto alguno con comunidades mapuches del lugar”.
El hecho recordó el incendio que destruyó el refugio de montaña Juan Javier Neumeyer, también del CAB, en el Valle del Challhuaco, el 12 de octubre de 2014, cuya autoría se atribuyeron entonces las organizaciones indigenistas Puel Mapu –desconocida hasta ese momento– y Resistencia Ancestral Mapuche (RAM). A diferencia de aquel caso, el refugio de la laguna Jakob es de acceso más difícil, es de tamaño mayor y se encuentra rodeado de un paisaje notoriamente más atractivo.
El nuevo incendio ocurrió en medio de la polémica sobre la reciente detención y trasladado a la cárcel federal de Esquel de Facundo Jones Huala, lonko (autoridad principal) de la comunidad mapuche Lof Resistencia Cushamen, en el noroeste de Chubut. Algunos medios, tanto barilochenses como nacionales, señalaron una presunta vinculación del grupo de Jones Huala en el hecho, una situación hasta ahora no confirmada por ninguna autoridad política o judicial.
Jones Huala está detenido por un pedido de captura internacional de Chile, que solicitó su extradición para juzgarlo por “incendio de propiedad, tenencia armas de fabricación artesanal y por transgredir la ley de Extranjería”. El año pasado el juez federal de Esquel, Guido Otranto, rechazó la extradición y dispuso su libertad, pero la Fiscalía apeló y el caso llegó a la Corte Suprema de Justicia. El lunes Otranto rechazó un habeas corpus y la excarcelación de Jones Huala, quien permanece preso a disposición ahora del juez federal subrogante en Bariloche Gustavo Villanueva, quien ordenó detenerlo en función del pedido de captura internacional, un día después del encuentro entre el presidente Mauricio Macri y su par chilena, Michelle Bachelet.
El refugio incendiado es uno de los más populares de Bariloche y la región, y es visitado por miles de caminantes cada año desde septiembre a mayo, en gran medida extranjeros. Fue inaugurado el 17 de febrero de 1952 y ampliado y mejorado por el refugiero Fidani pocos años atrás.
Llegar caminando demanda entre cuatro y siete horas de marcha, según el estado físico con que se cuente, pero en invierno la duración es mucho mayor debido a la acumulación de nieve. El entorno cordillerano del lugar es de una belleza excepcional. Desde allí es posible iniciar otras caminatas a lugares paradisíacos. El más cercano es la Laguna de los Témpanos, llamada así porque en ella flotan cientos de bloques de hielo durante los primeros meses cálidos del año. Fidani, el refugiero, prometió que para el 1º de enero del año próximo, el Jakob estará reconstruido.