Familiares de los 24 niños asesinados en la masacre en un jardín de infantes de Tailandia, a manos de un expolicía, comenzaron este sábado a los funeralesde las víctimas en tres templos budistas en la provincia de Nong Bua Lamphu, en el noreste del país.

Los funerales se realizan en la localidad de Uthai Sawat, donde ocurrió el tiroteo este jueves, que dejó un saldo de 38 muertos.  Los familiares y amigos de las víctimas se despedirán en ritos funerarios budistas que  concluirán el próximo martes en una ceremonia de cremación, según el diario Bangkok Post.

Ramos y coronas de flores, cartones de leche, comida y dulces, son parte de las ofrendas colocadas por las familias, junto a velas encendidas y varas de incienso que se consumen entre plegarias y cantos de los monjes.

Cómo fue la masacre

El autor de la masacre fue identificado como Panya Kamrab, un expolicía de 34 años, que había sido expulsado del cuerpo de seguridad por posesión de drogas.

Este jueves al mediodía, después de una audiencia judicial por la causa de drogas, fue hasta el jardín de infantes donde acudía su hijo de 2 años, cuando muchos de los niños dormían la siesta. El niño no estaba y Kamrab comenzó a disparar con una pistola y matar con un cuchillo a más de veinte niños.

Entre las víctimas mortales de la guardería, hay una maestra que estaba embarazada. Luego, escapó en su auto, atropelló a varias personas, y llegó a su vivienda, donde mató a su esposa e hijo, y se suicidó.

El diario Khaosod informó este sábado que los restos del asesino fueron cremados casi de manera clandestina en un templo de la provincia de Udon Thani, después de que los recintos religiosos de Nong Bua Lamphu rechazaran llevar a cabo la ceremonia.

La madre de Kamrab, de 63 años, pidió a su hijo que "no vuelva a matar" una vez logre la reencarnación, de acuerdo a las creencias budistas, para empezar una nueva vida en un cuerpo o forma física diferente después de la muerte biológica.

Control de armas en Tailandia

Estos hechos en Tailandia son raros, pero en 2020 un soldado mató al menos a 29 personas e hirió a 58 en un campamento militar y un gran centro comercial en la provincia nororiental de Nakhon Ratchasima.

La tragedia de esta semana ha vuelto a poner en discusión la laxa aplicación de las leyes para el control de armas. Según datos de Small Arms Survey, Tailandia cuenta con unos 10,34 millones de armas, unas 15,14 por cada 100 civiles, el mayor nivel en el Sudeste Asiático y uno de los mayores en Asia.

En comparación, en Estados Unidos hay más 120 armas por cada 100 civiles, 11,96 en El Salvador, 7,52 en España, 7,36 en Argentina, 1,64 en Vietnam y 0,03 en Indonesia.