“¡Señor! ¡Señora! ¡No sea indiferente! ¡Se mata a las travestis en la cara de la gente!”, exclamaba la furia trava de lxs encolumnadxs detrás de la bandera de “Basta de Travesticidios y Transfemicidios”, con la fuerza de Lohana Berkins y Diana Sacayán acompañando cada grito, cada pancarta y cada canto. La manifestación partió desde Plaza del Carmen hasta el Centro Cultural La Vía, en la Ciudad de San Luis, cuando el sol se disolvía en un cielo naranja fluorescente que daba lugar a una luna llenísima.
Pero esta no fue cualquier marcha: es la primera con el cambio de nombre que se realiza enmarcada en un Encuentro Purinacional que incluye en su nombre a las identidades de quienes no se identifican dentro de la categoría “mujer”. Se trata del resultado de una gesta insistente: recién en el Encuentro número 29, gracias a la lucha incesante de referentas pioneras, se logró que las personas trans puedan participar de este evento. En un contexto donde las corrientes transexcluyentes disputan cada vez más lugar dentro de los feminismos, estigmatizando a las personas trans desde posturas biologicistas que se alinean con los discursos de personajes como Javier Milei y las Iglesias Evangélicas, sin dudas representa un hecho disruptivo.
“La lucha sigue y seguirá, ¡nunca tenemos que bajar los brazos!”, exclamó Zaira Rojas, que fue parte de la asamblea organizativa, desde el escenario de acto de cierre. “Es necesario revertir el número tan bajo de nuestra expectativa de vida. Ese número representa la histórica vulneración de nuestras vidas: un panorama que incluye múltiples exclusiones y negación de derechos que experimentamos cotidianamente, y que pone en evidencia la urgencia y la sanción de leyes integrales”, sostuvo. “La pandemia de covid-19 puso en relieve las condiciones que atravesamos la población travesti y trans: el 89% de nuestrxs hermanxs se encuentran en las calles, tienendo como único destino el trabajo sexual, lo que deja una consecuencia que no podemos ocultar: nos morimos antes de los cuarenta años. Es momento de poner fin a tantas muertes evitables. Atravesamos un panorama difícil, no contamos con el dinero para nuestros suministros médicos, para el acceso a la atención primaria de salud, a los alimentos o a medios para pagar nuestros alquileres. Necesitamos como medida urgente que se repare tanta violencia”. En ese sentido, exigió que “las personas trans ocupen lugares de toma de decisiones” y se cumpla la Ley de Cupo Laboral Trans.
Sebastián Marino es un varón trans de Buenos Aires y es de origen Ava guaraní. “Me siento re emocionado”, comenta envuelto en la bandera rosa, blanca y celeste, “todavía falta mucho por recorrer todavía, ojalá seamos abrazades entre todes y que se nombre en el título del Encuentro todas las disidencias completas, que se nombre la existencia de las masculinidades trans. Pero ya es un montón que podamos estar acá, que podamos levantar nuestra voz, que se vea que las masculinidades existimos y somos visibles”.
Morena y Marcela son de Tucumán y San Luis. “Nos sentimos como que nos están dando el derecho que nos han negado, esperamos que esto perdure”, aseguran. “Yo estoy contenta de participar con todas mis compañeras representando a una provincia hostil donde hay constantemente transfemicidios sin encontrar justicia. Uno de los casos más emblemáticos es el de Cynthia Moreira, que todavía no se encuentran a los responsables. El 11 de octubre íbamos a tener el juicio por el caso de Alejandra Benítez, pero el asesino está prófugo. Entonces este reclamo lo hacemos constantemente”, dice Morena.
Sandra Lobos, activista de La Rioja, le dijo a Página 12 acerca de esta jornada: “Me encuentro incluida por primera vez en 35 años donde se nombre a la diversidad, a las lesbianas, a las peronas intersex, travestis; estamos presentes. Es lamentable que el Encuentro se haya dividido de esta forma debido a las exclusiones dentro de los feminismos, porque las travestis siempre hemos acompañado las luchas y los reclamos, como el aborto, a pesar de que a muchas no nos atravesaba esa situación; pero lo hicimos desde la solidaridad, la empatía y el respeto”.