Gimnasia logró ante Banfield un triunfo impregnado de emoción. Y no por lo que específicamente sucedió a lo largo del juego. El impacto de la brutal represión policial a sus hinchas del jueves por la noche en el Bosque y la muerte de uno de ellos, César "Lolo" Regueiro, afectaron el tono anímico del plantel que salió a dar un mensaje de entereza. Y lo hizo de la mejor manera posible: ganó 2 a 0 y con 40 puntos y un partido menos, quedó en una posición expectante, con chances de seguir dando pelea por el título y a la espera de poder continuar el partido con Boca en su cancha y con su gente.

El resultado se resolvió en el primer tiempo con los goles de Eric Ramírez a los 8 minutos y de Brahian Alemán a los 41. En ambos, Gimnasia aprovechó dos malas salidas del fondo banfileño y pasó a cobrar. En la segunda etapa, Cristian Vella, el técnico interino de Banfield (Javier Sanguinetti iniciará este lunes segundo ciclo como entrenador) tiró la casa por la venta y metió tres cambios (Tanco por Quirós, Di  Pippa por Romero y Álvarez por Cuero) para modificar el esquema: del 4-4-2 inicial que flaqueó por los costados (por ahí le hizo Gimnasia la gran diferencia) derivó en un 5-3-2 que le sirvió para emparejar el trámite, pero no para superar a su rival.

Encima de todo, a los 70 minutos, Guillermo Enrique le cometió un penal a Ignacio Rodríguez, lo ejecutó Ramiro Enrique y el arquero Rodrigo Rey se lo atajo volando a media altura. Banfield perdió cuatro de sus últimos cinco partidos y con Sanguinetti tratará de ponerse a punto lo más pronto posible para enfrentar a Talleres en una de las semifinales de la Copa Argentina.

No fue poco lo que se llevó Gimnasia de la cancha de Banfield. Con la seguridad de su defensa, el orden y la simpleza de Agustín Cardozo y las pinceladas de calidad de Alemán en la mitad de la cancha y el oportunismo para concretar las pocas situaciones propicias que tuvo, construyó un triunfo sin sobresaltos que lo mantiene cerca de la punta. Y en paralelo, dio una prueba de carácter en una semana difícil y honró la memoria de Lolo Regueiro, el hincha que dio la vida por sus colores.