La guerra entre Rusia y Ucrania habilitó la escritura y la edición de numerosos libros vinculados con la política y la historia de esa parte del mundo. Pero antes de la invasión, un libro de Sheila Fitzpatrick había logrado una enorme repercusión crítica: La vida cotidiana durante el estalinismo (publicado por el sello Siglo XXI en 2019). En este contexto, aquella minuciosa investigación requería una nueva edición y eso acaba de suceder. 

La Unión Soviética de Stalin suele ser recordada por los crímenes cometidos. También por sus logros en el terreno de la planificación económica y por la resistencia al nazismo durante la Segunda Guerra Mundial. Fitzpatrick, en su notable investigación como historiadora, abordó ese período, circunscripto a a los años 30, con otro prisma, en un plano diferente. A partir del estudio de archivos oficiales, de diarios personales y testimonios varios, la autora reconstruyó la historia "en minúscula"; la de los ciudadanos de a pie que debieron aguzar el ingenio y elaborar estrategias para sobrellevar el enorme sacrificio que implicó el cambio de sistema económico, que incluyó la colectivización de la agricultura. 

Desde los problemas de familia hasta el modo de lidiar con la escasez, pasando por los vínculos de la gente común con las autoridades, el tráfico de influencias, y los milagros que hacían las madres para conseguir alimentos por fuera de la cartilla básica, entre otros ítems, alimentan este trabajo indispensable, que también pone el foco en la política propagandística que implementaba el gobierno para generar en la población la idea de que el sacrificio se vería coronado por un futuro feliz para la clase trabajadora.