La radio La Voz Indígena, FM 94.5, ubicada en el municipio de Tartagal, en el departamento San Martín, cumplió 14 años ayer. Se trata de uno de los pocos medios de comunicación indígena bilingüe del país que además tiene la característica de estar conducido por mujeres, representantes de los pueblos que habitan esa zona.
Su puesta al aire, el 11 de octubre de 2008, no fue azarosa, puesto que se quiso manifestar el "último día de libertad" que vivieron los pueblos indígenas de Latinoamérica, antes de la colonización.
En la actualidad la radio se posiciona como un medio que refleja las diversas problemáticas que viven las comunidades, vinculadas con la defensa del territorio indígena a causa de la permanente presión por el territorio, las amenazas de desalojos, el reclamo por la falta de agua sana y segura, y la defensa de los derechos de las mujeres indígenas.
Una de sus directoras Felisa Mendoza, es parte del Pueblo Guaraní. En dialogó con Salta/12, la comunicadora recordó que el trabajo que vienen desarrollando se remonta a 20 años. "Queríamos tener este espacio, queríamos nuestra radio para que sea escuchada nuestra voz", expresó.
Fue entonces que decidieron impulsar el proyecto de la radio, y para ello consideraron que debían adquirir formación específica en comunicación. A partir de ahí, muchas de ellas empezaron a tejer lazos con la Sede Tartagal de la Universidad Nacional de Salta. Ese primer contacto derivó en un proyecto de extensión junto a dos cátedras de la Tecnicatura en Comunicación Social.
Al terminar los talleres de formación en 2002, se puso al aire el programa La Voz del Pueblo Indígena, en LRA 25 Radio Nacional Tartagal, que contaba con la conducción de Mendoza y Nancy López, también directora actual de la radio en representación del Pueblo Wichí. Ese programa significó "el puntapié inicial de una forma diferente de mediatizar la problemática indígena en el departamento General San Martín", narró la docente Liliana Lizondo, en su tesis de maestría "La comunicación con identidad en FM Comunitaria La Voz Indígena".
Este fue el primer programa de radio con voces indígenas. "Hasta ese momento, la realidad era interpretada y hecha pública por los comunicadores de las radios locales" que no eran indígenas, señaló Lizondo. Con esta presencia se logró poner en agenda las problemáticas que planteaban los pueblos indígenas, que también se manifestaba a través de sus propias lenguas.
Sin embargo, "asumir el desafío de expresarse en lengua indígena en una radio del Estado, conllevaba los riesgos propios de una interpelación a las formas en que se concebía el derecho a la comunicación, que no se limitaba solo a los escuchas de la radio, sino que ponía en tensión las formas jurídico-políticas a partir de las cuales el Estado procuraba reconocer ese derecho", aclaró Lizondo.
A pesar de estos obstáculos, las propias mujeres también consideraban que el tiempo otorgado en la emisora estatal no era suficiente para "hablar de todo lo que sucedía en las comunidades", según Mendoza. Este fue el germen para La Voz Indígena radio naciera aquel 11 de octubre de 2008, por medio de una licencia que se obtuvo a través de la Fundación Aretede. Su puesta al aire fue anterior a la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiosual, conocida como Ley de Medios, que se promulgó el 10 de octubre de 2009.
Con más de una década al aire, su cofundadora y directora consideró que "la radio es una herramienta muy grande para nosotros". El grupo permanente de la emisora está compuesto por siete mujeres que representan a los pueblos Wichí, Guaraní, Qom (Toba), Chulupí y Chané. Con el correr de los años, lograron incluir a jóvenes y adultos indígenas de diversas comunidades a quienes formaron como comunicadores indígenas.
Otra integrante del equipo de la radio, Cristina López, también secretaria de la Fundación Aretede, destacó que la fecha de puesta al aire no fue azarosa, sino que respondió a una manifestación por lo que significó el 12 de octubre de 1492, el inicio de la colonización europea. "Se trató de una imposición, donde se terminó con la libertad de los pueblos originarios", expresó.
Por ese motivo, las mujeres tomaron el 11 de octubre como la fecha para presentarse como medio de comunicación y así exponer el "último grito de libertad" de los pueblos ancestrales.
En 2019 la radio volvió a funcionar después de estar apagada durante dos años por daños en los equipos, provocados por un rayo que cayó cerca. En la actualidad, la emisora mantiene una programación de varias horas, todos los programas son bilingües y trabajados por los equipos de los pueblos qom, guaraní y wichí.
La Voz Indígena es una de las nueve radios que aparecen en el Relevamiento de Servicios de Comunicación Audiovisual Comunitarios, Populares, Alternativos, Cooperativos y de Pueblos Originarios, que se realizó en Salta entre 2017 y 2021. En los resultados obtenidos, se evidenció que estas emisoras que se identifican como indígenas, campesinas o comunitarias no reciben ningún tipo de pauta oficial, ni de Nación ni de Provincia.
Felisa confirmó que, efectivamente, no reciben pauta oficial y contó que logran sostener el medio a través de un grupo que se llama "Los amigos de la radio", integrado por personas de la provincia y otras jurisdicciones, como Córdoba, Tucumán y Buenos Aires que hacen aportes.
Por qué una radio indígena
Mendoza consideró que tener una radio de estas características en el norte de Salta representa una victoria para las naciones indígenas, ya que pueden comunicar el pensamiento y cultura ancestral, además de las problemáticas que atraviesan. Algunas de las más presentes se vinculan directamente con la defensa del territorio indígena y el desigual acceso al agua potable.
"Es muy importante (la radio) para poder comunicarnos y comunicar desde otro lado", manifestó Felisa. En ese sentido, destacó que están incursionando en otras plataformas, como Facebook, para poder llegar a una nueva audiencia que vive en la ciudad de Tartagal y en otras localidades. "Todo eso nos lleva a pensar y trabajar buscando la manera de poder ayudar a nuestros hermanos", dijo.
Además de llevar adelante el trabajo de difusoras de la información, las mujeres también impulsan otro tipo de acciones desde la Fundación Aretede, como el trabajo con cisternas de agua para garantizar la llegada del servicio a las comunidades.
Por su parte, Cristina López afirmó que contar con un medio de comunicación propio fue un sueño que se hizo realidad. "Lo concretamos y lo tenemos porque nuestra realidad es una lucha constante del día a día y estamos satisfechas de haber logrado lo que habíamos buscado cuando salimos a capacitarnos", aseguró.
"Salimos de nuestras comunidades para lograrlo", insistió, y reiteró que la radio se levantó procurando velar "por las necesidades que tenemos". En esa línea, dijo que antes de tener este medio no había espacios para las comunidades en las radios u otros medios en la ciudad tartagalense. Y si los había, "eran espacios cortos sin seguimiento a las problemáticas, desde ahí decimos que teníamos que buscar un lugar para poder decir y que no nos limiten".
López sostuvo que la falta de seguimiento sobre los temas indígenas representaba una gran falencia, sobre todo porque se trataban de problemáticas profundas sobre el ejercicio a derechos, algunos de los más básicos, como el acceso al agua.
Recordó hechos puntuales que les permitieron valorar el aporte de la radio a la zona, ya que se pudo garantizar una cobertura única y permanente sobre dos situaciones de desalojo a comunidades. El primero, ocurrido en 2014, en la comunidad wichí El Quebracho, ubicada en el Kilómetro 5 de la ruta nacional 86, cerca de Tartagal. Y el segundo, en la comunidad wichí Yokwespehen, situada en el Kilómetro 20 de esta misma ruta.
En esos momentos hubo una presencia permanente de las integrantes de la radio, y según López, "sentimos que ellos se sintieron acompañados porque nadie les daba respaldo". Y celebró que además de sostenerse como medio de comunicación, "acompañamos a los a compañeros y a las mismas autoridades (indígenas) en la resistencia" a los desalojos.
Esa labor de informar logró que la radio sea considerada como un actora de incidencia en la zona, no sólo porque garantiza que las voces indígenas sean escuchadas, sino porque también permitió que "la gente que tiene tierras acá o se quieren hacer las dueñas, frenaran un poco al saber que hay un medio que está en defensa del territorio indígena", sostuvo López.