“Lamentablemente, no tenemos diálogo. Hay cosas que no podés esconder abajo de la alfombra”, dice el secretario adjunto del Sindicato de Mecánicos (Smata) y secretario gremial de la CGT, Mario “Paco” Manrique, por AM750. Sentencia de esta manera una situación de tensión que se vive en la cúpula de la central obrera, y que tuvo una de sus expresiones máximas con los rumores de la renuncia de Pablo Moyano, dos semanas atrás, tras haber sido marginado de un encuentro con el Presidente Alberto Fernández.

Para Manrique, cercano al referente de Camioneros, existe “una confesión” cuando se habla de la CGT. “Hablan de la CGT cuando hablan de Daer, Acuña. Pero Pablo Moyano es CGT, yo soy CGT”, agrega.

“Ese sector, por lo que trascendió, porque diálogo no tenemos, manifestó que no está de acuerdo con un bono de suma fija, pero si el Gobierno lo implementa no se va a oponer”, comenta sobre el gran tema parteaguas de este momento al interior de la Confederación.

De hecho, este fue uno de los asuntos centrales en la reunión que mantuvieron este martes Pablo Moyano y el ministro de Economía, Sergio Massa. Al respecto, Manrique apunta que cree que el ministro “entiende la situación” y que “no impide que las organizaciones discutan sus paritarias”.

“Acá nadie tiene que ceder nada. Yo esa discusión no la entiendo. Acá nadie ve afectado sus intereses. El movimiento obrero no puede negar al trabajador acceder a una mejora de salarios. Si alguno se ofende, que se ofenda”, asegura, apuntando a sus compañeros de la cúpula sindical.

Sobre la falta de diálogo y la distancia, insiste: “Cada parte se reúne por su lado con los funcionarios tratando de traccionar los intereses que representan. Nosotros intentamos defender los intereses de los laburantes, pidiendo cosas para los trabajadores”.

Críticas a los cambios en Trabajo

En tanto, abordando otro tema áspero al interior de la CGT, Manrique cuestiona la designación de Raquel “Kelly” Olmos al frente del ministerio de Trabajo.

“Es el momento para empezar a implementar políticas que tengan una mejor distribución de la riqueza. Siendo cruelmente honesto, la CGT no está tratando ningún tema central. No puso ningún tema central arriba de la mesa. Entonces, el Ministerio de Trabajo tiene que resolver las problemáticas que se le plantean”, comenta sobre el rol pasivo de la cartera.

Y sobre el rol de Olmos, sentencia: “Esperemos que la nueva conducción del ministerio pueda tener una gestión más ágil, más comprometida. El Ministerio de Trabajo tiene que ser un actor central en el desarrollo de políticas para la generación de empleo, para tener equilibrio. No puede estar paralizado y liberando los conflictos al entendimiento entre las partes”.