Para la investigadora italiana Francesca Lessa, los intercambios entre diferentes universos que trabajan “la misma cosa” es “fundamental”. Especializada en Plan Cóndor y responsable de la primera base de datos de víctimas exclusivas de aquel plan regional que coordinó represiones en América Latina entre fines de 1960 y principios de 1980 que estudió desde la Universidad de Oxford, hizo hincapié en estos intercambios al inaugurar el Taller regional sobre la Judicialización de aquellos crímenes, que organizó junto a la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad (PCCH) del Ministerio Público Fiscal argentino. “Muchos de los desafíos que tenemos investigadores y operadores judiciales son parecidos así que poder pensar de forma conjunta algunas estrategias que nos permitan avanzar en una coyuntura de carrera contrarreloj contra la impunidad biológica es muy importante”, amplió Lessa. La jornada sirvió también de presentación de la plataforma www.plancondor.org, un reservorio de datos estadísticos, documentos y producciones especialmente vinculadas al operativo represivo regional.

El taller, destinado a fiscales, abogados, jueces, y activistas de derechos humanos de toda la región, se llevó a cabo en el salón Nelly Ortiz de la sede central del Ministerio Público Nacional. Lo inauguró el procurador interino Eduardo Casal y participaron el fiscal Pablo Ouviña, quien representó al Ministerio Público en el histórico juicio por los crímenes del Plan Cóndor en Argentina; la abogadas chilenas Magdalena Garcés y Karinna Fernández, que actúan en la causa Operación Cóndor de ese país e integran la agrupación Londres 38 y Pablo Chargoñia, coordinador del equipo jurídico del Observatorio Luz Ibarburu de Uruguay.

Para la titular de la PCCH, el encuentro es “una oportunidad” para confirmar que el juicio que se llevó a cabo en el país entre 2013 y 2016, y que culminó con condenas a 15 represores fue un “hito a nivel regional”, pero también para “seguir manteniendo en agenda de debate y de estudio estos temas que no son simplemente cuestión de agenda política, sino de historia regional”. En ese sentido, abogó por convertirlo en “un espacio de debate sobre los desafíos” que atraviesa hoy el proceso de juzgamiento de estos crímenes, que no son distintos a los que enfrentan en Argentina el resto de las causas que revisan los delitos de lesa humanidad de la última dictadura cívico militar: la “Justicia y la búsqueda de verdad frente al principal problema que propone el paso del tiempo y la impunidad”. Por último, mencionó la necesidad de “atender” las situaciones que “tenemos frente a nuestros ojos sobre la violencia a la que fueron sometidos niños y niñas no solo por el secuestro de sus padres, sino porque también ellos y ellas fueron secuestrados, abandonados en agencias estatales sin control”.

Hacia allí puso su intención Lessa cuando impulsó la organización del taller, convencida de que las preocupaciones que le surgieron al realizar su trabajo de investigación académico que convirtió en un libro, “Los juicios sobre el Plan Cóndor. Represión transnacional y derechos humanos en América del Sur” –en octubre se publicará su versión en español–, eran similares a las que enfrentaban operadores judiciales, sobrevivientes, familiares de víctimas y militantes de organismos de derechos humanos. “Una investigación académica es una mirada distinta pero complementaria a la que hacen aquellos, por eso es tan importante que pensemos juntos cómo superar los desafíos que vemos igual”, sostuvo la investigadora de origen italiano radicada en Reino Unido.

La información disponible

Hija de su investigación es la Base de Datos sobre Violaciones Transnacionales de derechos humanos en América del Sur que creó sobre el Plan Cóndor, una recopilación detallada y precisa de información estadística sobre víctimas y lugares de detención del operativo represivo que tuvo injerencia en Argentina, Uruguay, Chile, Paraguay, Brasil y Bolivia. El trabajo fue, a la vez, plataforma e insumo base de la web plancondor.org, desarrollada en colaboración con organismos y entidades no gubernamentales de derechos humanos de Uruguay, Chile y Brasil.

Lessa comenzó a construir la base de datos sobre las víctimas del Cóndor debido a una imposibilidad que se le presentó en 2017 de regresar a Uruguay a culminar su investigación académica –la amenazaron de muerte–. Finalmente, el trabajo parió una estructura informativa estadística novedosa, que no existía hasta el momento, y a la vez un análisis estadístico de aquellos datos, dirigido por la argentina Lorena Balardini, que permite leer de manera transversal y desde diferentes variables entrecruzadas los objetivos y los efectos del Plan Cóndor en la región.

Hasta el momento, el trabajo recopila datos vinculados a 805 personas provenientes de los seis países que integraron el operativo y que fueron víctimas de las acciones vinculadas a él entre 1969 y 1981. “No es el número final, pero creemos que se acerca bastante”, aclaró Lessa, quien compartió con Balardini el análisis estadístico de la información: origen de las víctimas y lugar de detención –en qué país nacieron, en qué país y organización militaron si lo hicieron, en qué país fueron secuestradas–, si sobrevivieron, si fueron asesinadas, si están desaparecidas.

Toda esa información, tanto en formato de dato duro como en análisis desde diferentes variables, está disponible en la web plancondor.org, un recurso novedoso que Lessa creó junto al proyecto Sitios de Memoria de Uruguay, al Observatorio Luz Ibarburu y a su par chileno Londres 38 espacio de memorias, pero que no solo cuenta con esos datos.

“Tomando la investigación de Francesca como base, la web recopila información previamente producida que estaba dispersa, cuyo acceso no en todos los casos era sencillo, y además incorpora información especialmente producida para el recurso”, aclaró Rodrigo Barbano, a cargo de la programación y digitalización de contenido del proyecto. La producción de ese contenido la dirigió Mariana Risso. Juntos co-coordinan el proyecto Sitios de Memoria de Uruguay.

La web ofrece narrativas –que posibilitan su lectura y su escucha– de una veintena de las 800 historias de víctimas registradas en la base de datos, un registro de sitios de detención –entre centros clandestinos, prisiones y cárceles y otros lugares– y un mapa en donde todos esos datos están volcados de manera interactiva. Además, contiene fallos judiciales de todos los países en donde el Plan Cóndor fue revisado judicialmente, con aquella sentencia histórica de la justicia argentina de 2016 y su instancia confirmatoria; libros, documentales e investigaciones académicas vinculadas a la temática. “Queremos que a cualquier persona que le interese el Plan Cóndor pueda acceder sin problemas a toda la información que hay y hubo producida sobre el tema en la región”, apuntó Risso. ¿Para qué? “Hay una disputa de sentido de lo que fueron estos hechos en el territorio digital que discute el proceso de memoria, verdad y justicia -completó Barbano-. Democratizar el acceso a esta información es un aporte a las herramientas para poder hacerle frente.”