Los gobiernos de Bolivia y Brasil acordaron diseñar un plan de acción conjunta para luchar contra las organizaciones criminales que amenazan la frontera común. Las autoridades de ambos países mantuvieron una reunión en La Paz y mostraron su compromiso para coordinar acciones en los más de 3.400 kilómetros de frontera que comparten.
El viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas de Bolivia, Jaime Mamani, y el secretario ejecutivo del Gabinete de Seguridad Institucional de Brasil, Carlos José Russo, se reunieron este miércoles en la capital boliviana para abordar las problemáticas que enfrentan a lo largo de los miles de kilómetros de frontera entre los dos países.
Mamani resaltó la voluntad de ambos gobiernos para llevar adelante proyectos contra el crimen organizado. “Este espacio entre países hermanos es para intercambiar experiencias y fundamentalmente para diseñar un plan de acción conjunto que nos permita luchar contra el accionar de las organizaciones criminales trasnacionales en regiones de frontera”, aseguró el viceministro del gobierno de Luis Arce.
La frontera entre Brasil y Bolivia es una de las más extensas de la región sudamericana con 3.423 kilómetros. Para Mamani, el encuentro con las autoridades brasileñas apunta a aumentar la cooperación binacional y “vigorizar la coordinación de las instituciones de seguridad de ambos países”.
El funcionario además indicó que la lucha contra el narcotráfico debe ser abordada de forma integral: reuniendo a los países productores, los que son de tránsito y aquellos que son consumidores.
“Nuestro gobierno tienen la firme voluntad política para seguir trabajando de manera conjunta, planteamos que a partir de esta reunión bilateral fortalezcamos más la coordinación para desarticular las organizaciones criminales y el puente aéreo”, dijo Mamani.
Las autoridades brasileñas coincidieron con llevar adelante una estrategia integral para fortalecer el intercambio de información de inteligencia y facilitar la lucha contra el narcotráfico. El secretario ejecutivo del Gabinete de Seguridad Institucional de Brasil, Carlos José Russo, admitió que actualmente Brasil es el segundo país en el mundo con más consumidores de drogas después de Estados Unidos.