La noticia que todos los hinchas de River no querían escuchar se confirmó: Marcelo Gallardo no continuará como entrenador del club, de acuerdo a lo que informó el propio entrenador en una rueda de prensa en el Monumental, en la que estuvo acompañado por el presidente del club, Jorge Brito, y el manager de la institución, Enzo Francéscoli. El Muñeco aseguró que su ciclo, que se extendió por ocho años y medio, terminará en diciembre, con el fin de su vínculo, aunque en los hechos le quedan dos partidos de la Liga Profesional.
Con la voz entrecortada y con dificultades para articular el discurso por la emoción, Gallardo anunció que no proseguirá su éxitoso ciclo. "Anoche les comuniqué (a los dirigentes) que en diciembre es el final de mi contrato y no continuaré en el club", comenzó Gallardo en una conferencia cargada de sentimiento. "Es una de las decisiones más difíciles y más sentidas... Sabía que iba a ser un momento muy delicado para expresarme", insitió el Muñeco, que había llegado a River en 2014 y ganó dos Copas Libertadores, una Copa Sudamericana, un torneo local y tres Copas Argentina, entre los 14 títulos que logró desde que se hizo cargo del equipo.
"Sólo quiero agradecer", prosiguió Gallardo, que se encargó de mencionar a todas las personas que lo acompañaron o que confiaron en su momento para llevar adelante uno de los ciclos más exitosos en la historia de River. "Todo tiene un final, es el momento de terminar de cerrar un ciclo muy valioso, muy hermoso. Quiero agradecerle al hincha por cada pequeño homenaje al ingresar a un campo de juego, que será imborrable para mí. Ha sido una historia hermosísima", confesó con su voz semi quebrada. El último capítulo en el Monumental será el domingo, cuando River reciba a Central, antes de cerrar el torneo ante Racing la semana siguiente.
Gallardo marcó un antes y un después en la historia de River, con la Copa Libertadores 2018 ganada a Boca en la final como hito más importante. La conjunción de un juego vistoso y efectivo con agresividad y personalidad para afrontar partidos trascendentes enamoró a los hinchas, que lograron una identificación plena con el entrenador. Por eso, cada título se lo emparentó con los logros anteriores y su salida como técnico tiene tanto impacto en los aficionados.
La despedida de Gallardo llega en un momento bastante particular, lejos del éxito que caracterizó a su ciclo. Se da luego del peor año de su gestión, aunque la clasificación para la próxima Copa Libertadores asegurada el miércoles tras la victoria 2-1 sobre Platense. En el primer semestre, River quedó eliminado a manos de Tigre en los cuartos de final de la Copa de la Liga, que terminó ganando Boca. Después de un libro de pases con inversiones muy importantes, el segundo semestre comenzó con una dolorosa eliminación en la Libertadores con Vélez en los octavos de final y un andar irregular en el torneo local, que se potenció con la caída por penales en los cuartos de final de la Copa Argentina ante Patronato. A falta de dos jornadas, el equipo de Gallardo tiene mínimas chances en la Liga Profesional, a cuatro puntos del líder Boca, que además tiene un partido pendiente. Para colmo, en los dos clásicos del año terminó perdiendo 1-0, tanto en el Monumental como en la Bombonera.
Pero más allá de la coyuntura, el ciclo de Gallardo dejó una marca imborrable en la historia de River, y por eso los hinchas ya comienzan a extrañarlo. Aunque el domingo tengan la chance de una despedida inolvidable, a la altura de la grandeza que les entregó un entrenador hecho a la medida del club.