Campesinos y vecinos organizados en las comunidades de El Condadillo y Flor de Mangle, en El Salvador, rechazaron la construcción de un aeropuerto en sus tierras. Los representantes de las comunidades denunciaron además que el precio que les ofrecen por sus tierras es más bajo que el valor real.
Las comunidades afectadas por la construcción del Aeropuerto del Pacífico rechazaron las recientes negociaciones con la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA), la institución encargada de desarrollar infraestructura para terminales aéreas y terrestres.
Santos Cruz, agricultor del departamento de La Unión, denunció que desde esa institución amenazan a los propietarios de tierra. “Lo que hacen los de CEPA es amenazarlo a uno diciendo que si no firmamos es posible que nos quedemos sin nada”, contó Cruz en conferencia de prensa.
El pasado 6 de octubre Santos Cruz fue notificado que le pagarían 8.000 dólares por cada manzana de tierra. “No es pago suficiente. Nos quita totalmente la fuente de trabajo que nosotros tenemos en esa zona, no nos dejan nada”, denunció.
"Yo lo tomo como una amenaza. Ellos nos dicen a nosotros que si no firmamos durante 15 días posiblemente esto se va a ir a Fiscalía y Fiscalía va a determinar si le deja todo esto al Gobierno y nos deja sin nada a nosotros”, aseguró.
Si el aeropuerto se construye son más de 150 personas las que se quedarían sin fuente de trabajo. En la conferencia de prensa los agricultores y vecinos organizados también denunciaron que el CEPA busca negociar con ellos de forma individual. “Es algo que no me gusta, siento como una traición que están haciendo al agricultor”, precisó Cruz. En la zona los agricultores se dedican al cultivo de granos básicos y hortalizas.
"Nosotros los agricultores, la gente pobre del país, estamos sufriendo cuántas cosas por megaproyectos que trae el Gobierno. Por qué no lleva ese aeropuerto a otro lado. El país no necesita dos aeropuertos", agregó Cruz. La legisladora Claudia Ortiz del partido Vamos, también se manifestó en contra del proyecto. "La prioridad debe ser la comida, la agricultura", escribió en su cuenta de Twitter.
"Al agricultor, al que habita en la costa y a todo el que queda en medio de intereses le arrebatan su tierra, su medio de vida, para dársela a inversores extranjeros. Eso no es desarrollo", agregó Ortiz.
Impacto ambiental
Santos Cruz también habló sobre el impacto ambiental que traería la construcción del aeródromo. “Lo construyen pegado al manglar, una zona que sirve hasta para proteger de los huracanes que entran por oriente”, denunció.
En septiembre del año pasado técnicos del ministerio de Medio Ambiente realizaron una inspección en la zona. Según el diario local La Prensa Gráfica, los técnicos advirtieron al CEPA que la cercanía de la terminal aérea al bosque salado afectará la flora, la fauna y la totalidad del ecosistema del estero El Tamarindo, un Área Natural Protegida en el país centroamericano.
Según la UNESCO, los manglares “contribuyen al bienestar, la seguridad alimentaria y a la protección de las comunidades costeras del mundo”. Sobre los manglares la organización de la ONU confirma que “están desapareciendo de tres a cinco veces más rápido que las pérdidas generales de bosques en el mundo, con graves impactos ecológicos y socioeconómicos".
Las leyes aprobadas en los últimos meses no favorecen a este grupo de agricultores. En abril, la Asamblea Legislativa, de mayoría oficialista, aprobó dos leyes para simplificar los trámites y la construcción de los proyectos de un aeropuerto y un tren. En esta línea los legisladores aprobaron que estas construcción no se rijan por la Ley de Adquisiciones y Contrataciones de la Administración Pública (LACAP), que establece controles de transparencia.