Freddie Mercury. Ícono musical y cultural. Su voz, su carisma y sus excentricidades serán recordadas por generaciones. Además de que este jueves se dio a conocer un tema inédito del artista, el artista también es noticia porque una de sus pertenencias particulares más excéntricas será subastada.
Es el caso de un Rolls Royce Silver Shadow de 1974, que fue adquirido para uso personal en 1979 y que sin embargo Mercury nunca llegó a manejar, ya que no tenía licencia de conducir. En su lugar, se movía con tres choferes personales.
Luego del fallecimiento del líder de Queen, en 1991, el auto quedó en manos de su hermana, Kashmira Cook, y ahora será subastado por la casa RM Sothebys con el fin de ayudar a Superhumans of Ukraine, una organización que recauda fondos para la creación de un hospital en la provincia ucraniana de Lviv.
Según contó Jim Beach, último representante de Queen y Mercury, el cantante insistió en su momento en firmar varios contratos al mismo tiempo en la parte trasera del auto, porque era el primero que había tenido.
El modelo de Rolls Royce Silver Shadow se produjo entre 1965 y 1980. Fue el más fabricado por la emblemática marca inglesa y el primero de la empresa en utilizar carrocería autoportante. También se destacó por incorporar el sistema hidroneumático de suspensión con tecnología proveniente de Citroën. La versión subastada pertenece a la primera serie (en 1977 se lanzó el Silver Shadow II) y cuenta con el famoso V8 de la marca de 6,75 litros que entrega cerca de 190 cv.
La pasión de Freddie Mercury por los autos
El líder de Queen tenía muchas pasiones, pero una particular y de la que poco se habla es la que tenía por los automóviles. Pese a no saber conducir, el intérprete supo tener una flota de tres autos con tres choferes a su disposición.
Además del mencionado Rolls-Royce, Mercury tenía en su poder un Mercedes Benz 420 SEL, el cual, dicen, era su favorito. El último era un todoterreno Ranger Rover de 1981, convertible de dos puertas. El primer dueño fue el baterista de la banda y amigo de Freddie, Roger Taylor, quien le había hecho algunas mejoras.