Autoridades de protección de la naturaleza de India capturaron este jueves a un tigre de bengala acusado de la muerte de al menos 13 personas, y que fue considerado un riesgo para los humanos.
Según lo detallado por un funcionario local, el felino era identificado como "Conflict Tiger" (Tigre conflictivo, en español) o "CT-1", tenía cinco años, y fue tranquilizado y retenido tras una semana de reuniones para determinar si el animal era efectivamente una amenaza.
Tras varios reportes y denuncias, se cree que CT-1 habría matado 13 habitantes de zonas boscosas remotas del estado occidental de Maharashtra desde diciembre del año pasado.
"Hemos seguido al tigre durante un tiempo y finalmente fue capturado en el bosque", indicó Kishor Mankar, un funcionario de protección de la naturaleza, que añadió que todas las víctimas fueron atacadas en el bosque, donde algunas vivían o recogían leña.
Respecto al estado del animal, el joven tigre fue trasladado a la región de Nagpur, donde es controlado por veterinarios antes de que se tome una decisión sobre su futuro. En este sentido, se considera mantener al felino en cautiverio o liberarlo.
No es el primer ataque registrado
El sábado pasado, la policía local abatió a tiros a otro tigre que había matado a nueve personas en el estado de Bihar, en el este del país, durante una operación a gran escala en la que participaron 200 personas, entre ellas rastreadores de elefantes.
En Bhopal, en el centro de India, país que alberga alrededor del 70% de la población mundial de tigres, una universidad tuvo que cancelar un evento al que se esperaba asistan 10 mil estudiantes, ya que un felino rondaba en el campus desde la semana anterior.
Por su lado, los defensores del medio ambiente atribuyen el aumento de los conflictos entre humanos y estos animales en algunas partes de India a la expansión de las áreas urbanas en detrimento de los bosques y los corredores necesarios para los animales como elefantes y tigres.
Según cifras del gobierno, cerca de 225 personas murieron en ataques de tigres entre 2014 y 2019 en India, pero más de 200 felinos de esta clase fueron muertos por cazadores furtivos o por electrocución entre 2012 y 2018.