Si bien el presidente Alberto Fernández eligió "en soledad" a las nuevas ministras de Trabajo, Raquel "Kelly" Olmos; Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, y Mujeres, géneros y diversidad, Ayelén Mazzina, al acto de asunción asistieron dirigentes de todas las tribus oficialistas. En primera fila estuvieron los tres secretarios generales de la CGT y también referentes de La Cámpora como Andrés "Cuervo" Larroque. Fernández aprovechó el escenario para dar un mensaje en tono de campaña y que pretendió ser conciliador. “Con estas tres mujeres que incorporamos al gabinete estamos queriendo empezar una nueva etapa en este año que nos falta de Gobierno”, dijo. Y, luego: “Aunque intenten dividirnos, la separación no tiene sentido. Para ganar, como dice la marcha (peronista), debemos estar unidos y saldar las diferencias en unidad y respetándonos”.
Larroque, que se desempeña como secretario de la Cámpora y que en el último tiempo ofició de vocero del sector más ligado a la vicepresidenta, los días anteriores al acto había dicho que dentro de su espacio estaban molestos porque Fernández hizo circular que había elegido a las tres ministras en soledad. Antes de la asunción, incluso, dijo que la filtración de información que aseguraba que el mandatario no le había consultado a CFK ni al ministro de Economía, Sergio Massa, "no le hace bien al gobierno ni a las ministras que asumen". Carlos Acuña, secretario general de la CGT, también se había mostrado molesto por el tema y antes de entrar al acto, lo dijo: “Nos sentimos un poco ignorados”.
Desde Casa Rosada, sin embargo, aseguran que esa "filtración" no fue adrede o "una estrategia política" y que el problema es "la interpretación que se hizo de ese dato". Cerca del mandatario aseguran que el accionar de AF forma parte de una dinámica entre CFK y Fernández: "Siempre estuvo establecida de ese modo", ya que él nunca le consultó sobre los reemplazos de ministros que se iban y que formaban parte de su espacio (la excepción, claro, fue el exministro de Economía, Martín Guzmán). Como ejemplo dicen que Fernández tampoco le consultó a CFK cuando, por ejemplo, nombró a Jorge Ferraresi frente al ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat.
A sabiendas de las críticas, insisten. "El Presidente eligió personas que no le caigan mal a ella", y hasta sostienen que desde la Cámpora les dijeron que definitivamente es así, que les caen bien las tres nuevas ministras. "Por eso estuvieron hoy, sino no vienen", dice uno de los hombres cercanos a AF. También recuerdan que CFK quería que Tolosa Paz sea ministra de Desarrollo al comienzo del gobierno, cuando el Presidente eligió a Daniel Arroyo.
El acto
Al acto asistieron unas 700 personas. Se hizo al aire libre en el Patio Colón, un lugar poco común para este tipo de eventos, que está ubicado detrás de la Casa de Gobierno. Antes de empezar, Fernández estuvo en su despacho con las tres nuevas ministras. Y luego, cuando tomó la palabra, expresó: “Si hay algo que nos une a ellas es la convicción de que debemos estar unidos por sobre todas las cosas”. Además, agregó que, ya superada la pandemia, el desafío del gobierno en esta "nueva etapa", será “seguir dando la lucha para garantizar los ingresos y que los que trabajan tengan una vida digna". Para eso --dijo-- "es central convocarlos a todos y todas porque esa tarea no es algo de un Presidente y sus ministros sino algo colectivo que tenemos que asumir todos”.
Atentos, escuchaban en primera fila los dirigentes sindicales. Hugo "Cachorro" Godoy, de la CTA Autónoma; Pablo y Hugo Moyano, de Camioneros, los restantes secretarios generales de la CGT, Héctor Daer y Carlos Acuña; Víctor Santa María, del Suterh; José Luis Lingeri, de Obras Sanitarias; Omar Plaini, de Canillitas y Hugo Yasky de la CTA de los Trabajadores. Pero también estaban los dirigentes de los movimientos sociales como Emilio Pérsico, de Movimiento Evita; Daniel Menéndez, de Barrios de Pie y Dina Sánchez, del Frente Popular Darío Santillán, entre otros. “Me alegra mucho verlos juntos a los dirigentes gremiales y también a Emilio (Pérsico) como parte de las organizaciones sociales --dijo--. Todos unidos porque la Argentina nos necesita. A trabajar”.
Cerca de ellos estuvieron sentados distintos funcionarios de la provincia de Buenos Aires. Larroque, la ministra de Gobierno, Cristina Álvarez Rodríguez y el ministro de Trabajo, Walter Correa. Según contaron a este diario, desde el Gobierno trabajaron y se "ocuparon" de invitar a cada uno. Además de las invitaciones formales de ceremonial, hubo llamados telefónicos desde la Secretaría general de la Presidencia, que lidera Julio Vitobello. Él y Juan Manuel Olmos, vicejefe de gabinete, llegaron minutos antes que el Presidente. También llamaron los ministros salientes, Juan Zabaleta y Claudio Moroni, que al verse se dieron un fuerte abrazo.
En primera fila estuvieron dos gobernadores: Alberto Rodríguez Saa, de San Luis, que contó con un protagonismo especial porque la nueva ministra de las Mujeres era parte de su gobierno, y también el de Formosa, Gildo Insfrán. Fernández almorzó con ellos luego del acto y tuvieron una charla de "agenda abierta" donde, entre otras cosas, hablaron de la posibilidad de suspender las PASO, algo que, según dicen en Rosada, "se tiene que seguir debatiendo porque no hay una postura tomada".
Una de las figuras más importantes que no estuvo fue Elizabeth Gómez Alcorta. La relación con el Presidente no habría quedado en los mejores términos e, incluso, desde el entorno del mandatario la tildan de "desagradecida". Tampoco estuvo el ministro de Economía, Sergio Massa, que está de viaje en Estados Unidos, ni el canciller, Santiago Cafiero, que está en San Juan. Estuvo Jorge Fontevecchia y el empresario Jose Luis Manzano. Al terminar el acto las nuevas ministras de Trabajo y Desarrollo Social se dirigieron a las oficinas de Legal y Técnica donde tuvieron "reuniones de trabajo" con Vilma Ibarra.
Varios de los dirigentes sindicales y de la Cámpora venían de Caballito. Habían estado en la conferencia de prensa de las organizaciones políticas, sociales y sindicales que movilizarán a Plaza de Mayo el 17 de octubre. Alberto Fernández no fue invitado a esa convocatoria y tampoco participará del evento que "los gordos" de la CGT harán en Obras Sanitarias. Ese día, según aseguran en Casa Rosada, estará en un acto de gestión que se hará en la localidad bonaerense de Cañuelas. Allí lo acompañarán, entre otros, el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis.
Palabras para todes
Las tres ministras ingresaron con Fernández al escenario. En todo momento se abrazaron. El público, mientras tanto, vitoreaba: "¡presente, presente, San Luis está presente!".
-- Olé, Olé, Olé, Aye, Aye --se oyó. Y luego: "Se viene el Mazzinazo". También voceaban a Tolosa Paz y a Olmos. Entre la gente había banderas de LGTBIQ+, que hacían juego con una pulsera de la flamante ministra de las Mujeres y con sus zapatillas Converse de colores, elegidas para la ocasión.
Fernández le dedicó palabras a todos los salientes. Primero, a Gómez Alcorta. Recordó que durante su gestión se dieron “pasos trascendentales en favor de la identidad de género y de ampliar derechos para las mujeres”, como la ley IVE. Y recordó el rol fundamental que tuvo en esa ley, el trabajo de Vilma Ibarra. También mencionó a la vocera presidencial, Gabriela Cerruti, que en aquel momento era diputada. Ellas dos habían sonado como posibles reemplazos de Gómez Alcorta, algo que finalmente no ocurrió. También habló de Mazzina. "Es hora de escuchar al feminismo del interior de la Patria", dijo. Ella juró "por los derechos conquistados y por los que nos faltan conquistar".
El jefe de Estado también habló de Zabaleta, que vuelve a la intendencia de Hurlingham. Lo calificó como un “extraordinario ministro” y dijo estar “en deuda” con él. De Tolosa Paz remarcó que es "una de las personas que más conocen de desarrollo social en la Argentina", y destacó su "fuerza peronista". Finalmente, dedicó unas palabras a Moroni. “Un amigo del alma”, dijo, que está con algunas “nanas”. De Olmos, por último, dijo que siempre le generó "un profundo respeto por sus convicciones porque es una muy buena economista y una trabajadora incansable". Al terminar el acto, ella dijo: "Tengo la mayor responsabilidad y vocación para trabajar en lo que me pidió el Presidente, cuidar los puestos de trabajo y el salario de todos los argentinos".