El fiscal penal Leandro Flores requirió juicio contra tres efectivos policiales por la muerte de Daniel Liborio Juárez (39), al que atacaron a tiros en el barrio Atocha II, cuando intervinieron en un domicilio por un llamado al 911 por una situación de violencia familiar y de género.

El policía Miguel Ángel Aguirres Suárez está imputado por homicidio cometido en exceso del legítimo ejercicio del cargo, agravado por el uso de arma de fuego, en calidad de autor.

También está imputado el efectivo Juan Evaristo Guzmán, como autor de homicidio cometido en exceso del legítimo ejercicio del cargo y de la legítima defensa de terceros, agravado por el uso de arma de fuego y vejaciones calificadas en concurso real. Por otro lado, el policía Héctor Gaspar Guerrero Flores está acusado por vejaciones calificadas. 

Los policías concurrieron a la casa del barrio Atocha II el 9 de febrero por la tarde, a verificar un incidente vinculado con violencia de género tras un llamado al 911.   Ingresaron a la vivienda familiar, uno de ellos fue lesionado con arma blanca y el supuesto agresor fue herido por los efectivos con arma de fuego y ya ingresó sin vida al Hospital San Bernardo.

La mujer del fallecido relató que había discutido con su pareja. “Él me dijo que estaba harto de nosotros (por ella y sus hijos) y le dije que se vaya de la casa. Como no dejé que se lleve el dinero que mi hija tenía ahorrado, comenzó a romper las cosas. Ahí mi hija llamó a la Policía. Él los atendió bien y ellos entraron a mi casa. Mi marido sacó el cuchillo y cuando se lo quise quitar ya había apuñalado a uno de ellos”, manifestó. Y agregó que después de que le dispararon, “le pegaban en la cara y en la espalda, y también le tiraban agua. Le gritaban que se muera y me decían a mí que me calle”.

El abogado Santiago Pedroza, que representa a la familia de Juárez, que es querellante en la causa, dijo a Salta/12 que el policíoa acusado por vejaciones calificadas es "por maltrato físico a una persona de forma innecesaria". 

El letrado destacó la requisitoria fiscal y explicó que la querella acusa en el mismo sentido. "Cuando tomé el caso hice el análisis abstracto, dije que era homicidio calificado. Lo ultimaron en el piso por la espalda, fue realmente un homicidio agravado, tremendo porque lo ejecutaron", afirmó. 

Ahora las defensas tienen que contestar el requerimiento a juicio, y luego la jueza de Garantías Claudia Puertas decidirá elevar o no la causa a juicio, y la calificación definitiva.

"Livorio Juárez fue asesinado con alevosía porque, lejos de lo que dijo el ministro de Seguridad (Abel Cornejo), de que sus policías habían impedido un femicidio, lejos de prevenir un asesinato, como dijo en su momento, fueron ellos mismos con su arma reglamentaria quienes le quitaron despiadadamente la vida a un padre de familia, dejando a todas estas personas destruidas", aseguró por su parte Jorge Farfán, de la Comisión de Familiares de Víctimas de Gatillo Fácil.

"La hija de Juárez contó que llamó a la policía porque sus padres estaban discutiendo, no para que lo acribillen a tiros delante de su familia. Ella había llamado por la discusión, nunca se le cruzó por la cabeza que entrarían al domicilio y lo fusilarían", agregó. 

Asimismo, Farfán señaló que decir que se evitó un femicidio con la muerte de Juárez "es un prejuicio con el que pretenden justificar el asesinato de un padre de familia". Señaló que en los casos de gatillo fácil, "siempre utilizan esta maniobra de culpar a la víctima". "Esa víctima tiene padres, hermanos, hijos", añadió.