En la localidad de Gander, en la isla de Terranova (Canadá), aterrizaron 38 aviones cuando Estados Unidos cerró su espacio aéreo tras los atentados a las Torres Gemelas del 11 de septiembre de 2001. Los 7 mil pasajeros y tripulantes convivieron cinco días con los locales, en un suceso que alteró la vida de todos los involucrados. De eso trata Come from away, multipremiado musical que se presenta en el Maipo. Mejor dicho, ese es el "cuento", porque el alcance de la temática va más allá. "Es una historia universal. Es importante visibilizar y dar fuerza a historias reales que nos muestran como seres humanos distintos. La humanidad tiene una parte de solidaridad y bondad que existe también. A veces no la vemos", dice Carla Calabrese, la directora, quien también actúa en el espectáculo.
Los autores del texto, Irene Sankoff y David Hein, construyeron la dramaturgia en base a testimonios de los protagonistas del singular hecho. Calabrese -- responsable junto a la productora The Stage Company de otros éxitos como El curioso incidente del perro a medianoche y Shrek, el musical-- vio la obra en Broadway y quedó "impactada" por su "fuerza". "Es una historia muy bien contada desde las canciones, la música, el guión, las actuaciones. Y tiene que ver con lo que la prensa no nos muestra. Con lo bueno que pasa en el mundo, aparte de las cosas malas. Mientras pasaba uno de los peores momentos de la humanidad, había una ciudad y pueblos cercanos que se unieron para ayudar a extraños, contenerlos, darles de comer, abrigo, ropa. Era un pueblo de 2 mil personas que recibió de un día para el otro a 7 mil. Este es un musical atípico que se siente como un abrazo al alma", define.
"Nos dimos cuenta con la pandemia: no somos felices estando solos y aislados. Tenemos que entender que las sociedades tienen que cambiar, ser equitativas. Que tiene que, por ejemplo, haber un tope en la acumulación del dinero para dividir entre los demás. Somos interdependientes. La obra muestra que es posible una comunidad unida, sin prejuicios, y que de lo bueno vuelven cosas buenas", completa la artista en diálogo con Página/12. Junto a Marcelo Kotliar hizo, además, el trabajo de adaptación.
Mela Lenoir, indiscutida referente de la comedia musical, y Edgardo Moreira, de regreso al género luego de tres décadas, son los nombres destacados de un elenco de 15 actores que trabaja de manera coral, en sintonía con los principios que defiende la propuesta. También hay ocho músicos en escena. "Es la obra más difícil que dirigí", confiesa Calabrese. Una de las cuestiones que hacen a la complejidad de la pieza es que todos los intérpretes encarnan a dos personajes. Uno pertenece al universo local que recibe; el otro es el que llega en el avión. "Está la perspectiva de los dos lados. Es simple para el espectador, pero para nosotros fue una construcción compleja. Tenemos que desdoblarnos constantemente. Ser actores, cantantes, bailarines y maquinistas. Estamos todo el tiempo cambiando sillas de lugar, cambiando de situaciones. Si un actor intentara sobresalir quedaría expuesto. No es para eso la obra. Refleja el espíritu de solidaridad, comunidad, grupo. Y sale bien porque somos un equipo. Está buenísimo que lo mismo que estamos diciendo lo estemos haciendo. Este es el mejor equipo de trabajo con el que conté", expresa la directora.
El espectáculo obtuvo siete premios Hugo (con un récord de 23 nominaciones) y 13 nominaciones a los Ace. "Los elementos del musical están balanceados. No predomina una cosa sobre la otra. Es un musical muy moderno. Cuando escuchás una canción entendés el mundo interior de las personas. No están cantados todos los diálogos como pasa en los músicales más antiguos. Es una obra vertiginosa que va mezclando los géneros de manera muy lógica", completa Calabrese. Todo "va fluyendo" al servicio de la historia. En el marco de los 100 años del Maipo se agregaron funciones para octubre y noviembre. Y el 23 de este mes se realizará una función distendida, especialmente destinada y adaptada para público con necesidades especiales en la comunicación o del espectro autista, y con problemas de movilidad.
De la realidad a la ficción
Un dato externo al espectáculo --o no--, para nada menor, es la experiencia de Calabrese y otros de los artistas del proyecto en vuelos humanitarios. Fue una consecuencia de la interrupción de los ensayos por la pandemia (el estreno iba a ser en 2020). "Durante estos dos años se dio la posibilidad de participar de los vuelos. Como estábamos encerrados hicimos el curso de tripulantos por Zoom con Mela y Pato (Patricio Witis, ambos asistentes de dirección de Come...). Los dos tienen súper buen inglés, que era lo único que hacía falta para ser parte de la ONG Solidaire. Después nos juntamos en Londres a hacer los prácticos y en un momento tuvimos contacto con refugiados que salían de Varsovia. Los llevamos a Madrid y Barcelona", relata la directora. "Fue muy loco. Impresionante. El interés que tuve al elegir esta obra se plasmó en mi interés genuino por ayudar, por ser cada vez más solidaria y mejor persona. Fue una casualidad con mucho de causalidad." En la obra, ella interpreta a una azafata y a una periodista. Asegura que la experiencia "nutrió muchísimo" a sus personajes. Porque "todo lo que se vive en lo personal nutre lo artístico".
Ficha técnica
El elenco de Come from away lo completan Gabriela Bevacqua, Sebastián Holz, Fernando Margenet, Argentino Molinuevo, Silvina Nieto, Marisol Otero, Agustín Perez Costa, Pablo Sultani, Silvana Tomé, Manu Victoria, Lali Vidal, Pato Witis. Swings: Luli Asad, Agustín Perez Costa, Fátima Seidenari, Lali Vidal, Pato Witis. Músicos: Santiago Rosso (dirección musical),Santiago Molina, Maximiliano Cataldi, Natacha Tello, Mariano Sáenz Tejeira, Paula Solange Morales, Pablo Mengo. Dirección musical: Santiago Rosso Dirección vocal: Sebastián Mazzoni. Dirección coreográfica: Agustín Perez Costa Arte y escenografía: Tadeo Jones. Dirección de producción: Sergio Albertoni. Diseño de vestuario: Silvana Morini. Sonido: Eugenio Mellano Lanfranco. Diseño de luces: Gonzalo González. Stage Manager: Sebastián Salaberri. Asistentes de dirección: Patricio Witis, Mela Lenoir, Agustín Perez Costa. Asistente de dirección musical: Tomás Horenstein. Asistentes de producción: Nachi Bredeston, Tomás Albertoni, Luli Asad, Fátima Seidenari, Mari Torres. Fotos: Gabriel Machado. Diseño de video: Giselle Hauscarriaga. Diseño gráfico: Clara Ezcurra. Funciones: viernes y sábados a las 20.30 y domingos 19.30 en Teatro Maipo (Esmeralda 443).