El exmandatario y actual candidato ala presidencia de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva llevó a la televisión los apoyos que recibió Bolsonaro de asesinos como la exdiputada carioca Flordelis y el exarquero Bruno, de Flamengo, que descuartizó a su esposa, entre otros, en el marco de una campaña de ambos lados que bordea lo que la prensa está calificando de "cloaca electoral".
Jugó de local
Lula, quien venció 48,4 a 43,2 por ciento de Bolsonaro en la primera vuelta del 2 de octubre, se dio un baño de masas en Recife, capital de Pernambuco, su estado natal y uno de los polos más desarrollados del nordeste, la región que es su principal caudal de votos y que compensa la fuerza que el presidente tiene en San Pablo, Río de Janeiro y el sur del país.
En una de las mayores movilizaciones de la campaña por la capital pernambucana, Lula denunció que Bolsonaro ha activado la máquina pública de dinero como ningún otro presidente en ejercicio para su reelección.
"Él puede gastar lo que le parezca, está gastando como ningún Presidente en la historia republicana. Pero el destino de Bolsonaro está escrito: va a tener que tener humildad y el 1 de enero pasarme la banda y ponerla en mi cuello", dijo el exsindicalista, citado por la agencia Télam.
Fiasco de Bolsonaro
Lula comparó la multitudinaria caminata por el centro antiguo de Recife de este viernes, organizada por sus aliados en Pernambuco, con el "fiasco" de una marcha de pocas decenas de personas en la misma ciudad que recibió el jueves a Bolsonaro.
Lula recordó que la semana pasada, tras la derrota en la primera vuelta, el mandatario sostuvo que el Partido de los Trabajadores (PT) ganaba en el nordeste porque allí había gran cantidad de analfabetos, repitiendo prejuicios tradicionales de las clases altas de Río de Janeiro y San Pablo.
Bolsonaro nunca admitió a lo largo de la campaña la posibilidad de cumplir con el rito de entregar el poder, en el marco de la campaña que inició hace un año contra la falta de transparencia en el Tribunal Superior Electoral.
En Duque de Caxias, municipio paupérrimo ubicado al lado de Río de Janeiro, el mandatario dijo que Lula "miente al ofrecer picaña con cerveza los fines de semana para el trabajador".
Pide más sacrificios
"El trabajador tiene que sacrificarse y no recibir nada gratis de nadie", bramó en el acto, en el cual estuvo a punto de desmoronarse el escenario, momento en el cual el jefe de Estado tropezó y debió agarrarse de las personas a su lado.
Lula mantiene un liderazgo estable en las intenciones de voto sobre el mandatario Jair Bolsonaro, antes del balotaje presidencial del 30 de octubre, según una encuesta difundida este viernes.
El líder izquierdista mantiene el 49 por ciento de los apoyos, mientras que el presidente ultraderechista concentra un 44, de cara a la definición de las elecciones brasileñas, de acuerdo con un nuevo sondeo del Instituto Datafolha que repitió las cifras de una semana atrás.
Tomando en cuenta apenas los votos válidos (sin blancos ni nulos), Lula ganaría la elección con 53 por ciento, y Bolsonaro quedaría con 47, según la encuesta, que entrevistó a 2.898 electores en 180 ciudades y contempla un margen de error de más o menos dos puntos porcentuales.