El déficit fiscal del Gobierno, lejos de la promesa de reducción gradual del ministro Alfonso Prat Gay a principio de 2016, sigue aumentando a pasos acelerados. En octubre se registró un rojo de 62.950 millones de pesos, una cifra tres veces superior respecto de la de igual mes del año pasado, cuando había sido de 22.366 millones. La economía, al igual que le ocurrió en Brasil a partir de 2015, se sumergió en un círculo vicioso de recesión con caída de la recaudación tributaria y, por tanto, de los ingresos del sector público.
La disminución de los recursos fiscales se explica por la decisión del gobierno de Macri de devolver impuestos a grupos acomodados de la sociedad, destacándose la quita de las retenciones para el campo y la minería, actividades que en los últimos meses subieron en forma notable la rentabilidad pero no generaron nuevos empleos.
Los hombres de negocio de la city se encuentran cada vez más preocupados por la falta de pericia del Gobierno para gestionar las cuentas fiscales, que este año cerrarán con un desequilibrio superior a 5 por ciento del PIB.
El mes pasado los recursos públicos sumaron 126.983 millones de pesos, una alza de 23 por ciento interanual, contra una inflación que, según el centro de estadísticas porteño, subió por encima del 40 por ciento. Esto implica que el Estado, tras aplicar un programa de ajuste con redistribución regresiva, anotó una pérdida de ingresos reales de 15 puntos porcentuales. La recaudación tributaria, principal fuente de recursos corrientes del sector público, tuvo una fuerte desaceleración por la contracción de la actividad económica, lo cual generó caída de ventas y la consiguiente merma en la tributación de IVA. Ganancias y Derechos de Exportación fueron otros impuestos que marcaron una floja performance, mientras que aranceles de importación fue uno de los pocos tributos con incremento en términos reales debido a la apertura comercial. El deterioro de los ingresos públicos fue aumentando mes a mes a lo largo del año: en marzo los recursos subían a un ritmo del 40 por ciento y en octubre no superaron el 25 por ciento.
Las erogaciones estatales se ubicaron en 189.933 millones de pesos en octubre, con una suba de 51 por ciento respecto de igual mes del año pasado. La suba se explica por un efecto estadístico asociado con los Gastos de Capital, los que aumentaron 80 por ciento interanual debido a la reducida base de comparación de octubre de 2015, cuando se registró un freno de las obras públicas. Si bien Macri ahora promete hacer un ajuste del gasto en 2017, pocos creen que cumpla en un año electoral.
El desequilibrio de las cuentas fiscales, luego de triplicarse el mes pasado, ya acumuló 285.917 millones entre enero y octubre, cuando había sido de 175.740 millones en igual período del año pasado. En los últimos 12 meses, el rojo ascendió a 353.438 millones, cifra equivalente a 5 puntos del PIB. Noviembre y diciembre suelen ser meses de fuerte desequilibrio fiscal por los gastos estacionales como el aguinaldo. El equipo económico apunta a seguir financiando este desequilibrio con endeudamiento externo.
Aumento muy fuerte del desequilibrio de las cuentas públicas. Impacto de la recesión
El déficit fiscal enciende luces rojas
La economía se sumergió en un círculo vicioso de recesión con caída de la recaudación y, por tanto, de los ingresos del sector público.
Este artículo fue publicado originalmente el día 24 de noviembre de 2016