Los líderes del G-20, tras dos días de intensas negociaciones, coincidieron en alcanzar un crecimiento fuerte, sostenible, equilibrado e inclusivo. A pesar de las diferencias con Estados Unidos, en puntos como el clima y el comercio, suscribieron un comunicado conjunto, al término de la cumbre que mantuvieron en Hamburgo, con el que buscan afrontar los mayores retos globales económicos y contribuir a la prosperidad.
Uno de los temas que más controversia generó en este foro de economías industrializadas y emergentes fue la lucha contra el cambio climático. Ante el disenso con Washington sobre el Acuerdo de París, los 19 miembros restantes del bloque decidieron reflejar la diferencia de opiniones en la redacción final del texto, en el que toman nota de la decisión de Estados Unidos de abandonar este histórico pacto contra el calentamiento global. “Los líderes de los otros estados miembro del G-20 establecen que el Acuerdo de París es irreversible”, señala el documento, en el que además los países reafirman su compromiso de implementarlo rápidamente.
El gobierno estadounidense, en cambio, consiguió incluir una frase en la que dice que ayudará a terceros países a usar combustibles fósiles, como el carbón y el petróleo, de forma más limpia y efectiva. No obstante, todos reconocieron la importancia de detener las emisiones de gases contaminantes y de promover las energías limpias.
Tras concluir la cumbre, la anfitriona, la canciller alemana Angela Merkel dejó en claro que el acuerdo sobre el clima es irreversible y explicó que el comunicado final de la cumbre deja en claro los disensos, al colocar a 19 participantes de la cumbre de un lado y a Estados Unidos del otro. “Donde lamentablemente no hay consenso, hay que reflejar el disenso, no ocultarlo”, subrayó Merkel, quien remarcó que ante la decisión de Estados Unidos de abandonar el Acuerdo de París sobre el cambio climático, el resto de los líderes del G-20 apostaron por permanecer unidos.
Otro punto de discordia con Washington era el libre comercio, debido al viraje proteccionista del presidente Donald Trump. Finalmente, los mandatarios del G-20 acordaron mantener los mercados abiertos y combatir el proteccionismo, pero también reconocieron el rol de los instrumentos de defensa del comercio legítimo, fórmula que evitó así una nueva escalada en el conflicto comercial. Si bien los estadounidenses lograron imponer la mención sobre los mecanismos de defensa comercial, es importante el añadido de que debe tratarse de medidas legítimas.
El acuerdo incluye además el llamado Plan de Acción de Hamburgo, un programa conjunto para impulsar el crecimiento internacional, en el que se destacan los avances en la situación macroeconómica global, pero se reconoce que el crecimiento es todavía más débil de lo esperado, por lo que se deben seguir aplicando medidas monetarias, fiscales y estructurales para reforzarlo. En ese sentido, los integrantes del bloque se comprometieron también a avanzar en la implementación de unos estándares internacionales de transparencia para combatir la corrupción, el fraude fiscal, la financiación del terrorismo y el lavado de dinero.
El G-20 enfatizó además su compromiso en la reducción de los desequilibrios globales excesivos y en la promoción de una mayor inclusión, justicia e igualdad en la búsqueda del crecimiento económico y la creación de empleo, como también en la lucha contra la pobreza extrema y la igualdad de género. Respecto del compromiso con África, uno de los puntos centrales defendidos por la canciller alemana Merkel, se logró cerrar un convenio que facilita el acceso a inversiones de países africanos y que pretende impulsar proyectos para contribuir al empoderamiento de la mujer en la región.
En relación al terrorismo, los miembros del G 20 sellaron en la ciudad del Elba un firme compromiso en la lucha contra el terrorismo, “una lacra” que definieron como un “fenómeno global” que, recalcaron, hay que combatir. Para ello, abogan por un mayor intercambio de información entre los países miembros que permita garantizar la seguridad. Asimismo, mostraron su disposición a cooperar de forma más intensa con el objetivo de cortar sus fuentes de financiación.
El presidente francés, Emmanuele Macron, anunció ayer la celebración de una nueva Cumbre del Clima en París para el próximo 12 de diciembre en una rueda de prensa celebrada al término del G 20. El dirigente galo recalcó además que todavía espera poder convencer a Trump para que cambie de opinión y no abandone finalmente el histórico Acuerdo del Clima de París firmado en el 2015, cuyo objetivo es limitar el calentamiento global a menos de dos grados centígrados en comparación con la época preindustrial. En esta nueva Cumbre de París, según explicó Macron, se abordarán nuevos instrumentos de financiación.