El macrismo le puso el nombre de “retiro espiritual” a los encuentros políticos de sus dirigentes en lugares apartados, por varios días. Eso es lo que parece haberse desarrollado en la estancia del billonario británico Joe Lewis, con el Lago Escondido de frente y la propiedad de 12.000 hectáreas detrás (a la comunidad mapuche la acusan de usurpar 20 hectáreas en Villa Mascardi).
En el inusitado retiro, habrían estado el juez Julián Ercolini —uno de los jueces que lideró la ofensiva judicial contra Cristina Kirchner y el grupo Indalo—, Carlos Mahiques —juez de Casación alineado con el macrismo y exministro de María Eugenia Vidal—, su hijo Juan Bautista Mahiques —jefe de los fiscales de CABA y operador judicial del macrismo—, Marcelo D’Alessandro —ministro de Justicia y Seguridad de Horacio Rodríguez Larreta—, Pablo Cayssials —juez en lo contencioso administrativo, clave en el bombardeo contra la exprocuradora Alejandra Gils Carbó—, Pablo Yadarola —juez en lo penal económico, candidato del radicalismo a la Cámara Federal—, el empresario especialista en campañas digitales, Tomás Reinke y el exjefe de Legales de la SIDE, en tiempos de Antonio Jaime Stiuso, Leo Bergroth.
Es casi seguro que hubo otros invitados que llegaron más ocultos, pero el grupo que sí fue identificado llegó el jueves en un avión privado al aeropuerto de Bariloche y los integrantes subieron en vehículos que suele utilizar Lewis. Dos de los participantes, D'Alessandro y Juan Mahiques le negaron a Página/12 que hayan hecho el viaje, pero sus nombres figuran en el formulario en el que consta la lista de pasajeros del vuelo privado en el que fueron todos. Un análisis de la comitiva lleva a la deducción de que el cónclave necesariamente tuvo como tema la continuidad del uso de la justicia para la política: garantizar que Mauricio Macri siga impune en los expedientes en que está imputado —espionaje, peajes, Correo, deuda con el FMI—y se mantenga el hostigamiento judicial contra Cristina Kirchner.
Piedra libre en el momento del aterrizaje
Dos concejalas de Bariloche y El Bolsón, Roxana Ferreyra y Rosa Monsalve, advirtieron el viernes la llegada del grupo a Bariloche y el destino a la estancia de Lewis. Los datos ya circulaban desde el día anterior, cuando aterrizó el avión privado en el que arribaron los participantes del cónclave. No se puede descartar la presencia de otros integrantes del retiro que, tal vez, llegaron por vía terrestre.
En diálogo con Página/12, Ferreyra contó que “nosotras, junto con la concejala Rosa Monsalve, de El Bolsón, nos enteramos por vecinos de Lewis de la visita de este contingente y decidimos hacerlo público. Es una cumbre de hombres del poder judicial que opera con el poder político y económico y que se juntan para eso en la casa de un señor que usurpa nuestro territorio, pese a lo cual nunca fue desalojado. Mientras tanto prevalecen las noticias de desalojos y acusaciones contra la comunidad mapuche o la de personajes como Patricia Bullrich que vienen aquí a incitar a la violencia. Por eso queremos que se sepa de este encuentro, más allá de que no nos sorprenda”.
Página/12 se comunicó con tres de los participantes de la excursión. Dos de ellos, D'Alessandro y Mahiques negaron su participación en el evento. Un tercero no respondió a los mensajes. El testimonio de las concejalas y un formulario presentado en el aeropuerto de San Fernando apuntan a lo contrario. El formulario de Declaración General de la disposición 366/2018 indica que el vuelo llevó el número 26.917, que partió del aeropuerto el jueves 13/10/2022 a las 9.30, al mando del piloto Tomás Rius y un segundo piloto, Ezequiel Provenzano, ambos con sus números de licencia. En la lista de pasajeros figuran todos los mencionados, con su DNI.
Hidden Lake y Lago Escondido
Como se sabe, el inglés pasa varios meses del año en la increíble mansión de 3.200 metros cuadrados —equivale a 50 departamentos de clase media— en la que, como ya reveló Página/12, hay cuatro pinturas de Pablo Picasso en el living, una catarata artificial, hipódromo, pista de karting a la que invita a conductores de Fórmula 1, canchas de paddle, tenis, gimnasio ultramoderno y un zoológico con ñandúes, llamas y huemules, entre otros animales.
Pese a la compra irregular de la propiedad —un extranjero no puede tener semejante terreno cerca de la frontera— y al uso de sociedades en paraísos fiscales, Lewis es el amo y señor de la zona y, a través de su empresa —Hidden Lake—, se da el lujo de impedir el paso hacia el Lago Escondido. Recientemente, en septiembre, la justicia rionegrina le ordenó que debe abrir un acceso directo al lago ya que el británico sólo permitía que se acceda por un camino de montaña, muy exigente, en el que se tardaba tres días en llegar. Fue un fallo de Cámara, pero el billonario apeló.
Quienes conocen las andanzas de Lewis afirman que el empresario suele llegar recién en noviembre y se va en marzo, dado que el resto del año lo pasa en su yate en Bahamas. El Aviva es uno de los yates más grandes y lujosos del mundo. Desde ahí no se pierde ningún partido del Tottenham Hotspur, el equipo de la Premier League que es de su propiedad. Mauricio Macri, un defensor a ultranza de Lewis, estuvo en Lago Escondido en el fin de semana del 30 de marzo de 2016, cuando llevaba menos de tres meses en la Casa Rosada y, como se sabe, ya necesitaba un descanso. También en este 2022, en febrero, Macri visitó a su amigo Joe, junto con el poderoso financista saudí Yasir Al-Rumayyan. Resulta que Al-Rumayyan, inversor de la corona de Arabia Saudita, encabezó la compra de otro equipo inglés, el Newcastle.
En la zona afirman que, aún cuando no está Lewis, se organizan encuentros de alto nivel, siempre en sintonía con posturas conservadoras, de derecha.
El retiro judicial
Un análisis de la lista de pasajeros plantea, una vez más, la promiscuidad entre el macrismo y el aparato judicial. Es difícil digerir que se trata de un encuentro sólo destinado a sacar conclusiones espirituales rodeado de un paisaje de fantasía. Es que los participantes son protagonistas de primera línea, algunos de los cuales tuvieron un papel decisivo en la persecución de los exfuncionarios del gobierno de CFK y hasta de empresarios a los que se les quitaron las empresas.
Pero, además, los visitantes tienen un peso inmenso en la actualidad, de manera que sería ingenuo pensar que no estuvieron sobre la mesa tres cuestiones estratégicas:
- La persecución judicial a los exfuncionarios del gobierno de Cristina, incluyendo por ejemplo, la causa de Vialidad, que justamente fue instruida por Ercolini. Pero, además, el magistrado tiene a cargo el insólito expediente por la muerte de Alberto Nisman en que delegó la investigación en el fiscal Eduardo Taiano: en casi ocho años no se encontró ni una evidencia de que a Nisman lo hayan matado, pero Ercolini sigue manteniendo la causa como homicidio. Y el caso se continúa usando contra Cristina y su gobierno. Ercolini fue también el juez del expediente Indalo, en el que se persiguió a los empresarios Cristóbal López y Fabián de Sousa, finalmente sobreseidos. El futuro de los expedientes, algunos de ellos en instancias decisivas, seguro está en el retiro espiritual.
- La impunidad de Mauricio Macri, parece otro tópico inevitable. Comodoro Py ha sido la línea de defensa del expresidente. Revocaron procesamientos en la grotesca causa de los peajes y decidieron que el espionaje a opositores y hasta a los dirigentes de Juntos por el Cambio o a la hermana de Macri, fue cosa de cuentapropistas. Toda la nómina de los invitados a Lago Escondido revista en el equipo de operadores judiciales del macrismo. Tal vez algunos están un poco más del lado de Horacio Rodríguez Larreta que del propio Mauricio Macri, dentro de la interna opositora. Es imposible pensar que el grupo se siente en una misma mesa y no se hable de las causas más calientes del momento, las que se vinculan con el intento de asesinato de Cristina. Algunos de los viajeros influyen en los dos expedientes: el que instruye María Eugenia Capuchetti por el ataque en sí mismo y el que está en manos de Marcelo Martínez del Giorgi sobre Revolución Federal.
- Campaña electoral 2023. La presencia en el encuentro de Tomás Reinke, especialista en campañas en medios digitales, hace pensar que la cuestión también estuvo planteada. Reinke, titular de Mediabit, tiene como clientes a casi todo el espectro político, incluyendo la Ciudad de Buenos Aires, el Banco Ciudad, del lado del macrismo, pero también el gobierno nacional. Parece evidente que a las puertas de un año electoral, semejante tema es difícil que esté ausente.
El temario, desde ya, no se corta en esos tres tópicos, pero falta saber quienes más concurrieron al retiro espiritual. Las concejalas mencionan a empresarios mediáticos, lo que redondearía la trilogía de la que se viene hablando desde hace rato, la alianza político-judicial-mediática con anclaje en las distintas vertientes opositoras de derecha.
El encuentro tiene como antecedente las reuniones de Horacio Rodríguez Larreta con magistrados de Comodoro Py, tal como lo reflejó el diario La Nación el día 20 de julio. Participaron Ercolini, Ariel Lijo, Pablo Bertuzzi, Mariano Llorens y también Carlos Mahiques. El anfitrión —siempre según la nota del matutito— fue Juan Mahiques. En su momento, desde el gobierno porteño argumentaron que se trató de un encuentro institucional. Basta imaginarse cuál sería la reacción si una reunión semejante, de forma reservada, hubiera tenido como protagonistas al presidente de la Nación o a Cristina Kirchner.
Entre el alerta y el escándalo
El alerta de las concejalas que surge de lo que vieron los que estaban en el aeropuerto de Bariloche y por las versiones de los vecinos de Lewis, está en concordancia con la lista de pasajeros del avión privado que llegó a la terminal aérea, cerca del mediodía del jueves. La matrícula del aparato —según consta en el formulario— es la LVGCK.
Es probable que los visitantes argumenten que fueron a un viaje de esparcimiento, a conocer la zona que es un verdadero paraíso. Pero es difícil admitir la concurrencia de miembros del poder judicial a un lugar que, es público y notorio, está en medio de un enorme litigio en el que están planteadas hasta cuestiones de soberanía y, desde hace años, se reclama el acceso del público a un lugar que verdaderamente es público.
Para colmo, quedan sospechas sobre el financiamiento de semejante retiro espiritual de lujo. Los encuentros del macrismo se solían hacer a pocos kilómetros del área metropolitana o, a lo sumo, en Mar del Plata o Chapadmalal. Pero avión privado, más la ostentosa estancia de Lago Escondido, implican costos altísimos o, peor aún, favores indebidos. En cualquier país del mundo, la presencia de jueces y funcionarios, operadores judiciales, en la megapropiedad de un megaempresario extranjero produciría un escándalo de proporciones.