El Consejo Superior de la Universidad Nacional de Salta (UNSa) aprobó el proyecto “Salud Mental Integral: Espacios que cuentan”. Se trata de una demanda de lxs estudiantes. También se le destinó un presupuesto de $9.600.000 para la contratación de 12 profesionales, psicólogxs, trabajadorxs sociales y un psiquiatra.
El Programa de Salud Mental está destinado a todxs lxs integrantes de la Universidad, con un foco particular en lxs estudiantes. Dependerá de la Secretaría de Bienestar Universitario, y se prevé que trabaje en coordinación con otros servicios "desde una perspectiva de trabajo integral, multidisciplinario y transversal".
La secretaria de Bienestar de la UNSa, Mónica Moya, explicó a Salta/12 que esta fue una demanda de los centros de estudiantes, ante situaciones que se dieron en la vuelta a clases presenciales, luego del aislamiento por la pandemia de la covid-19. Hubo estudiantes que presentaron cuadros de ansiedad, depresión y pánico.
"La problemática fue planteada en el Consejo Superior, a través de una nota firmada por los presidentes de los seis Centros de Estudiantes de la Universidad, solicitando un programa o propuesta de solución", indicó Moya. Explicó que hubo estudiantes que presentaron sintomatología relacionada a cuadros de salud mental y fueron asistidos en el área de sanidad por médicos de la Universidad.
Moya dijo que también en los servicios de orientación de cada facultad "estaban recibiendo situaciones de ansiedad, ataques de pánico y depresión". Por ello valoró el "reconocimiento de la problemática", y la búsqueda de soluciones demandándolas al órgano mayor que es el Consejo Superior, que podía disponerlas.
Luego de la nota, se conformó una comisión integrada por vicedecanxs, representantes de centros de estudiantes y de los servicios de orientación de todas las facultades. Además la integraron la Cátedra de Salud Mental de la carrera de medicina y la Secretaría de Bienestar Universitario. De las reuniones de trabajo y propuestas de este equipo surgió el proyecto que fue aprobado.
El proyecto cuenta con presupuesto de $9.600.000 para la contratación de un psiquiatra, y dos psicólogxs en Capital, también prevé la contratación de 9 profesionales más, unx por cada facultad y en las sedes universitarias del interior provincial.
"Lxs psicólogxs van a acompañar situaciones a corto plazo que permitan a la comunidad universitaria poder superarlas", explicó Moya. Sin embargo, en caso de que lxs usuarixs del servicio necesiten un tratamiento, con acompañamiento más prolongado, harán derivaciones en articulación con la Secretaría de Salud Mental de la Provincia.
Moya puso énfasis en la necesidad de trabajar en la prevención, y "una vez que se dé la situación, de problemática de salud mental, se tratará de contener".
La secretaria de Bienestar dijo que esperan realizar el llamado a convocatoria para la contratación de profesionales y la idea es que el programa empiece a funcionar en febrero. "Es algo que se va a ejecutar, está aprobado, la cuestión reglamentaria y el presupuesto", aseguró.
Bienestar para estudiar
En la fundamentación del proyecto, la comisión que lo trabajó tuvo en cuenta que estudiar "implica tener cubiertas otras necesidades, que son antes y urgentes". Señalaron "los recursos socio afectivos, culturales, económicos y subjetivos que se ponen en juego" y que la "experiencia, en este caso de aprender, es social e histórica, en un determinado espacio y tiempo, y se vincula con la construcción de su subjetividad y viceversa".
"Muchos de los estudiantes se enfrentan en lo cotidiano, además de lo mencionado, a ciertas situaciones de salud precarizadas y de índole psicoafectivas que inciden en su rendimiento y permanencia. Diversos estudios científicos indican que estas condiciones de bienestar socioemocional deben ser previas para garantizar el sostenimiento de una carrera (...) y que ser estudiante universitario no protege en sí mismo la salud mental sino que en algunos casos es al revés, en tanto activa mayor estrés, ideaciones negativas y dificultades", señalaron en el proyecto.
Por ahora, la secretaria de Bienestar explicó que en el marco de un programa de las becas Progresar, el año pasado se asignó un millón de pesos para acompañar a lxs becarixs. "Se había hecho una propuesta, ante un pedido de los estudiantes se reorientó a cuestiones de salud mental, autoestima y la cuestión de género. Está abierto no solo a los becarios sino a todos los estudiantes de la universidad y de todas las carreras y sedes. Se armaron talleres. Se contrataron dos psicólogas para hacer acompañamiento en cuestiones que tienen que ver con ansiedad, pánico y otras situaciones. Como son muy especificas también se contrató un psiquiatra", explicó. Detalló que al psiquiatra lo paga el rectorado.
Moya dijo que "el estrés y la ansiedad" han sido generales, "es una situación social que en nuestro caso se da en la universidad pero también se da a nivel mundial. Hubo un aumento en estos casos".
Asimismo, la secretaria añadió que el proyecto tuvo en cuenta la Ley Nacional de Salud Mental 26.657, en la que se reconoce a ésta como un derecho. "En ese encuadre, la comisión trató de llevarlo adelante. Es un derecho humano el tema de la salud integral y la salud mental". También puso énfasis en la importancia de que los derechos se concreten en la Universidad, y que haya un empoderamiento en la formación profesional.
De este modo, la salud mental fue valorada como "clave para el logro del proyecto de vida. Entendiendo la carrera, o trayecto académico como proyecto de vida de los estudiantes. Es clave la empatía, el acompañamiento que debería haber para contener y que logren sus metas", sostuvo Moya.