La médica wichí Tujuayliya Gea Zamora, hija de la histórica mujer wichí Octorina Zamora (f), integra un grupo de 12 mujeres indígenas que viajaron juntas por primera vez al 35º Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias que este año se realizó en San Luis. 

"Doce mujeres fuimos: wichis, chorote y del Pueblo Diaguita Calchaquí, para todas era nuestra primera vez, fue bastante intenso todo", contó Zamora a Salta/12. Juntas armaron un grupo al que denominaron "Khatechel" que en idioma wichí significa "Estrella" y representa la génesis de la femeneidad en el pueblo wichí.

El encuentro por primera vez se denominó Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis, Bisexuales, Intersexuales, y No Binaries (MLTTBINB). Desde aquí viajaron las mujeres de Pluma del Pato, entre ellas Clarisa Ramírez, tía de la niña de 12 años, Pamela Julia Flores, de la comunidad Kilómetro 2, asesinada en enero de este año, el primer femicidio de 2022 en Salta. También viajaron María y Ana, dos mujeres que sostienen denuncias por abusos y violaciones a niñas, adolescentes y mujeres originarias cometidas por criollos y la demanda por el reconocimiento filiatorio de los hijxs concebidos en esas violencias sexuales.

María fue una de las mujeres wichís de Kilómetro 2 que tomó la palabra en uno de los talleres del encuentro. Contó que políticos compran silencios para que no se visibilicen las vulneraciones a los derechos de las mujeres indígenas. "Fui abusada, siendo menor de edad, me convertí en madre en una edad temprana. Dejé de estudiar, dejé todo. Yo quería seguir, que alguien me apoye. Las veces que nosotras luchamos, luchamos pero nunca fuimos escuchadas", relató.

Fabiola Benitez es miembra del pueblo chorote de Santa Victoria Este. "Nosotras es la primera vez que participamos de este encuentro que se hace. Venimos de otros lugares, de las comunidades. Llevamos muchas esperanzas de que nos escuchen como indígenas, todas las cosas que nos pasan en nuestros lugares, las problemáticas que vivimos en cada lugar", contó a Salta/12. 

"Estuvieron mujeres de Cachi, de Pluma del Pato, contando las problemáticas que viven cada día. Queríamos que nos escuchen, que tengamos ese apoyo entre hermanas, que estemos unidas en el proceso que estamos, luchando. Que nos respeten como mujer indígena. Nosotras peleamos por nuestro derecho a la salud, al territorio, a la educación", dijo Benitez.

"Tuvimos la posibilidad de estar ahí, de escuchar a otras hermanas", manifestó respecto al encuentro y su participación en los talleres. Benitez contó que ella fue la única que pudo ir de su comunidad, y trató de representar a todas las mujeres de ahí, y de visibilizar lo que pasa en su comunidad en Santa Victoria Este. "No es facil enfrentar al Estado, mientras más juntas estemos vamos a tener fuerzas, así que esperamos poder seguir participando", expresó. Y agregó que el Encuentro fue una experiencia de aprendizaje, destacando el grupo de mujeres indígenas que armaron para reinvindicar sus derechos y compartir experiencias.

Zamora dijo que se sintieron fortalecidas, y volvieron empoderadas. "Somos mujeres atravesadas por un montón de injusticias, por el patriarcado, es importante entender la individualidad, escuchar la experiencia de cada una, sobre todo de personas que tienen años de no ser escuchadas", señaló. 

"Clarisa (por su parte) contó que le preguntan por qué no participa la madre de Pamela, y dijo que es porque está profundamente triste, está inmovilizada", relató Zamora.

"El balance fue muy positivo, la posibilidad de participar", señaló. Dijo que esperan organizarse para viajar al próximo encuentro en Bariloche. "Para nosotras fue importante, el roce, encontrarnos con otras mujeres", expresó. 

El territorio para dar seguridad 

Zamora dijo que además de hablar en uno de los talleres "sobre todas las cuestiones de reinvindicaciones de derechos de las mujeres, trajimos toda la cuestión indígena. La importancia del acceso al territorio para hablar de la gestión y seguridad de las mujeres en el territorio".

La médica señaló la necesidad del cumplimiento de la Ley 26.160, de emergencia de la propiedad comunitaria indígena, que viene prorrogándose desde hace años y "sale sin presupuesto y sin intención de cumplirla". Dijo que "la cuestión de fondo", es el problema de la propiedad de la tierra, y desde allí "entendemos la violación a todos nuestros derechos". En este sentido mencionó el "racismo, la criminalización, la avanzada sobre los cuerpos de niños y niñas indígenas".

Zamora contó también algunos problemas que tuvieron en el encuentro para movilizarse en San Luis ya que no contaban con transporte. Los cercados realizados por la policía provocaban que las paradas de colectivos no estuvieran cerca, tampoco se conseguían taxis. Todo ello las obligaba a recorrer largas distancias caminando para participar de talleres y actividades. 

"Para las chicas era la primera vez que salían de Salta", resaltó por otro lado. En la Asamblea de mujeres del Abya Yala, "recordamos a Octorina. Después de ahí nos quedamos para incorporarnos a la marcha, era interminable", contó. 

Respecto a la memoria de su madre, Zamora destacó: "Octorina nos acompañó, nos fortaleció, la recordamos todo el tiempo, sus dichos, la trayectoria. Fue importante tenerla presente, lo que nos inspiró a juntarnos como decía ella, a caminar juntas, escucharnos, y apoyarnos una a la otra".

En cuanto al nombre del encuentro como plurinacional, Zamora destacó que "somos un país plurinacional" y es algo de hecho. "Queremos que el Estado se reconozca a sí mismo plurinacional. Ciertas autonomías, la autodeterminación a las naciones que habitan un mismo estado".