La exministra de Economía y actual presidenta del Banco Nación, Silvina Batakis, aseguró este lunes que “un plan de shock antiinflacionario podría funcionar” en Argentina. Sin embargo, explicó que para llevar a cabo una política de este tenor son necesarios “mucho músculo y vocación política”. "Nosotros la vocación la tenemos”, puntualizó.

Consultada por AM750, Batakis explicó, en esta misma dirección, que Sergio Massa, que la sucedió en el cargo tras un mes al frente de la cartera, llegó al Palacio de Hacienda para que “la cuestión política vaya encaminando a la económica”.

Para la funcionaria, hay que tener en cuenta que la cuestión inflacionaria “no se resuelve en cinco minutos”, como dijo durante las elecciones presidenciales del 2015 Mauricio Macri. “La inflación Argentina es muy compleja, multicausal, y lo importante es establecer cuáles son y resolverlas de a una y en simultáneo”, señaló.

En tanto, respecto del estado de los aumentos salariales y el impacto en la inflación explicó que los sueldos no pueden ser un costo. Y apuntó: “Es importante que ganen volumen. Necesitamos políticas que alimenten la complejidad y la densidad de la matriz productiva en todo el territorio. Las provincias han sido las grandes ausentes, las políticas del Gobierno no las incorporó”.

Me parece muy engañoso decir que la vamos a reducir a un dígito en un año. Pero sí tenemos que trabajar para que esté en los límites normales. Si no estamos pensando en el mediano plazo, no vamos a tener una solución. Eso tenemos que entender como sociedad”, añadió al respecto.

Para Batakis, el tema inflacionario no es menor. Así, en el marco del Día de la Lealtad Peronista, donde llamó a “reflexionar” sobre el rol de justicialismo “en el crecimiento del ejercicio de la clase trabajadora en sus derechos”, aseguró que el Frente de Todos “no pudo cumplir con el contrato social” al que se comprometió en las elecciones de 2019.

El reconocimiento implica que tenemos consciencia de que hay cosas que están faltando. A todos nos duele y nos dan bronca los índices de pobreza. Queremos hacer más cosas. Pero también es cierto que ganamos las elecciones en una situación de máxima deuda. De una deuda en moneda dura. Y una deuda que al ser con el FMI nos limita en las políticas públicas”, contextualiza.

Y concluyó: “Creo que no fuimos inteligentes en decirlo. Pero esa limitación hace que uno tenga mucho menos margen para las políticas públicas para la gente. Es un mundo de hipercomplejidad y tampoco estamos exentos de eso”.