Más de mil personas perdieron su empleo en los últimos días en el municipio de Zárate, en su mayoría a causa del ajuste en la central atómica Atucha. En los últimos días, la rotonda que da la bienvenida a esa ciudad se convirtió en un acampe donde los trabajadores despedidos y sus familias reclaman por sus puestos de trabajo y exigen certezas sobre su futuro. En ese contexto, el intendente Osvaldo Cáffaro (Unidad Ciudadana), decidió organizar para esta tarde un banderazo para conmemorar el 9 de julio. De la actividad participarán, además, candidatos a diputados nacionales de ese espacio, otros intendentes y más referentes del peronismo.
“Tenemos una emergencia laboral y desde el municipio nos pusimos a disposición de los vecinos para hacer todas las gestiones que sean necesarias”, le explicó a PáginaI12 el jefe comunal, que asegura que “no existe el diálogo” con las administraciones que encabezan el presidente Mauricio Macri y María Eugenia Vidal. Además, Cáffaro anunció que reasignará recursos municipales para fondear “una especie de Plan Trabajar” local que le de algo de aire a las familias que quedaron en la calle. “En diez años no vi nada parecido”, le dijo a este diario.
–¿Cuál es la situación en el municipio hoy?
–Lo que pasó esta semana fue tremendo. Hubo alrededor de mil ciento cincuenta pérdidas de empleo en pocos días, algo fatal en una comunidad de este tamaño. Por eso decidimos meternos bastante en la situación. Nosotros unos días antes ya habíamos presentado la emergencia laboral, que nos permite hacer mas vínculos, más gestiones y ayudar en la protesta a la gente. Cuando llegaron las últimas noticias y la gente empezó a concentrarse en la rotonda empezamos a pensar otras formas de apoyo. De ahí surge la idea del banderazo.
–¿En qué consistirá?
–Aprovechando la fecha patria vamos a hacer un banderazo para ganar visibilidad en la protesta. Un dato importante es que lo vamos a hacer en conjunto con la CGT regional. Además del mensaje al gobierno, queremos repudiar la pasividad de los sindicatos a nivel nacional. Hay directivos de gremios importantes, por caso UOCRA, que tiene cientos de despedidos pero que no aparecen en la escena. Entonces el rol de los dirigentes locales es doblemente importante. Además, nos van a apoyar figuras como Hugo Yasky, Roberto Baradel, Fernanda Vallejos y mis colegas Ariel Sujarchuk, de Escobar, Francisco Durañona, de San Antonio de Areco, Oscar Ostoich, de Capitán Sarmiento, entre otros.
–Más allá de “acompañar” a los despedidos, ¿qué herramientas tiene el municipio para paliar la situación?
–Aparte de la ordenanza de emergencia laboral, que era más que nada una manifestación política, en estos días estaremos tratando un proyecto complementario para afectar parte de nuestros recursos provenientes de derechos de construcción para fondear una especie de plan trabajar en el orden local para que la gente por lo menos pueda comprar algo para alimentarse.
–¿Qué va a pasar con Atucha?
–No sabemos. El tema de Atucha requiere de decisión política del Estado nacional para avanzar con las obras de Atucha 2 y, en forma complementaria, cumplir con el convenio que se firmó con los chinos para financiar a 20 años las obras de Atucha 3 y 4, todos proyectos que ya estaban aprobados. Yo entiendo que el nuevo gobierno puede tomarse un tiempo para evaluar lo que firmó el gobierno anterior, pero acá pasaron casi dos años, esto escapa de lo normal. Tendrían que avanzar con esto, salvo que estén conspirando contra el plan nuclear argentino, algo que está establecido por ley. Si es así, que lo digan claramente porque hay muchas familias en la calle que esperan saber cuál va a ser su futuro.
–Cambiemos basa gran parte de su discurso de campaña en el concepto de “diálogo”. ¿Cómo es el vínculo de un intendente opositor con los gobiernos de la provincia y de la nación?
–Hace varios meses no tenemos diálogo. Nadie te atiende. Nadie da la cara. Nadie da una respuesta. Ya había habido una tanda anterior de despidos en 2016. El Estado nacional no cumplió con los subsidios que iba a dar. No tenemos respuesta del ministerio de Trabajo. Con Vidal hubo un dialogo muy fuerte hace un año. Pero nada más después de eso. Y hay más: el primer candidato a concejal de Cambiemos, Julián Guelbenzu, es directivo de Nucleoeléctrica Argentina, es decir que es uno de los que ha firmado los despidos de cientos de compañeros. ¿Qué podemos esperar?
–Durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner también hubo momentos de dificultades económicas, ¿este es muy distinto?
–No tiene nada que ver. Antes podías agarrar el teléfono y hablar con alguien, el ministerio de Trabajo acompañaba, Desarrollo Social venía a darte una mano. Hoy nadie te apoya, parece que para el gobierno esto es un numero en el que no importa que haya personas detrás. No tienen nada que ver los problemas que hubo en la etapa de Cristina de los que está habiendo hoy. Hoy no tenés a quién acudir. Y también existe una gran diferenciación en cuanto a la distribución de recursos entre los distritos propios y los opositores. Mucho más que lo que había con Cristina.
–Hablando de Cristina, ¿cómo evalúa su candidatura a Senadora? ¿Cómo fue recibida la noticia en Zárate?
–Creo que la participación de ella viene muy bien para Unidad Ciudadana. Hay una alegría alrededor de lo que significa que Cristina sea candidata de nuevo. La gente sabe que ella puede ponerle un freno a las políticas de ajuste. Y ahora aparte se ha transformado en una conductora política, que era un rol que a lo mejor antes le faltaba y hoy la veo bien en eso.