Atlético Tucumán empató 1-1 este lunes ante Unión de Santa Fe en el estadio Monumental José Fierro, por la fecha 26 de la Liga Profesional.
En el inicio del complemento, Claudio Corvalán marcó para la visita, igualó casi sobre el final el ingresado Kevin Isa Luna para el equipo de Lucas Pusineri, que tenía que ganar para trepar a la punta y clasificar directo a la Copa Sudamericana 2023, pero ahora tendrá que esperar la última fecha para aspirar a jugar un torneo internacional.
Otra vez a estadio repleto y con un campo de juego rápido por la lluvia, el juego inició en Tucumán con las ganas del anfitrión de obtener los tres puntos que invite a soñar. Pero enfrente, Unión de Santa Fe no se resignaba a ser un mero partenaire.
El equipo del uruguayo Gustavo Munúa esperaba, presionaba y tomaba a los principales receptores del Decano, que debía entonces apelar al pelotazo para llegar al área rival, lo que logró enseguida tras una buena proyección del lateral Garay que Lotti resolvió mal.
Así las cosas, el Tatengue manejaba un poco más la pelota y jugaba más suelto a partir de las sociedades que a ratos proponían Nardoni, Machuca y Portillo. De su lado, con la presión de su propia gente y la imperiosa necesidad de ganar, Atlético Tucumán resultaba otra vez presa del nerviosismo.
No pasaba demasiado y entonces sobre la media hora Acosta pateó desde afuera del área, Mele dio rebote y Coronel a la pesca la metió adentro, pero su offside fue tan evidente que ni siquiera hubo que recurrir al VAR, la vedette de la competencia.
En la réplica, un pelotazo cruzado complicó a Orihuela y permitió que Lampe se luciera ante el remate del peligroso Machuca. Enseguida, Nardoni hizo temblar el travesaño.
Hasta la inesperada presencia de un gato (por fortuna gris) que cruzó la cancha a toda velocidad conspiraba y preocupaba a un Atlético Tucumán, que pudo irse al descanso con la valla en cero porque otra vez el arquero boliviano sacaba del ángulo un tremendo tiro libre de Esquivel.
Pero en el arranque del complemento llegó el baldazo de agua fría. Un tiro libre a favor del visitante provocó un doble cabezazo en el área tucumana que terminó con el gol del capitán Corvalán.
La lluvia había cesado, pero al Decano igual se le quemaban los papeles. De hecho, de no ser por el arquero Lampe, el Tatengue estaba más cerca de aumentar que el local de empatar.
Hasta que el zapatazo del chico Isa Luna permitió que al menos el Decano -que tras el pitazo final se retiró del campo de juego muy aplaudido por su público- terminase el torneo invicto de local y aún sueñe con competir en el plano internacional.