La inflación en prendas de vestir y calzado viene superando a alza del nivel general de precios desde junio de 2020. Es un fenómeno que llama la atención entre especialistas y que encuentra a los errores de gestión del propio gobierno como la principal causa. Ante este escenario, el equipo de Sergio Massa se mostró activo en las últimas y el martes dejó trascender que evalúan abrir las importaciones de bienes finales de indumentaria y calzado para frenar la dinámica de los precios.
Hay críticas de gestión que se vienen escuchando hace tiempo pero el gobierno ignoró dar respuestas. Por un lado, hubieron cuestionamientos a la administración del comercio durante la gestión de Matías Kulfas al frente del ministerio de Desarrollo Productivo. Al poco tiempo de asumir, el ex ministro amplió considerablemente la cobertura de las Licencias No Automáticas (LNA) de importación, que alcanzaron desde electrodomésticos a productos electrónicos, pasando por artículos de madera (muebles, sommiers), marroquinería (mochilas, bolsos) y prendas de vestir. La cantidad de posiciones arancelarias con LNA aumentó pero eso no significó una mayor restricción al comercio sino cierta administración que, en el caso del sector de indumentaria, ubicó a las grandes empresas del sector como beneficiarias.
Según revelaron especialistas a Página 12, hay estudios que muestran que las firmas con posición dominante (como Adidas, Vesubio y Zara) acapararon las importaciones de determinadas posiciones arancelarias: “el mercado aparecía concentrado y dividido entre ellas, y además es posible que la aprobación de estas LNA (por ejemplo en joggins) significara el rechazo para iguales posiciones a otras empresas del sector más pequeñas”. Durante los años de pandemia estas empresas incrementaron notablemente sus importaciones. Además hay sospechas de sobrefacturación.
Una segunda crítica que recae sobre la indumentaria y el calzado son los aumentos desmesurados de precios. Es verdad que los insumos del sector, como el hilado y las fibras de algodón, estaban también regulados y se ven afectados por la suba del tipo de cambio, pero se detectaron aumentos injustificados, “del orden del 70 por ciento en algunos casos que no pueden justificarse ni por suba de los proveedores (mayormente chinos) ni por la devaluación del dólar oficial, que afecta a todas otras ramas de la economía”.
La paradoja es que se trata de un sector protegido desde lo comercial, y en el que se habilitaron negocios a grandes empresas, y desregulado en materia de política de precios, que remarca muy por encima del promedio general.
En el rubro de indumentaria y calzado los precios subieron 118 por ciento en los últimos doce meses mientras el índice general subió 83 por ciento, según la información de INDEC actualizada a septiembre de 2022.
En la definición del equipo de Sergio Massa, el ordenamiento del comercio exterior tiene como referente al titular de la Aduana, Guillermo Michel. También a los pedidos que los industriales hacen al secretario de Industria José De Mendiguren para que no falten insumos y, en materia de instrumentación, a la secretaría de Comercio que conduce Matías Tombolini.
Por ejemplo, la última modificación al régimen de LNA (luego de que el flamante equipo encontrara autorizaciones para el ingreso de productos suntuarios como lanchas, máquinas para minar criptos y whiskys) fue publicada en el Boletín Oficial con la firma de Tombolini.
En septiembre, además, la secretaría de Comercio llegó a un acuerdo con representantes de 40 marcas de indumentaria para mantener los precios congelados hasta el 1 de diciembre, pero aun así los precios siguieron aumentando. Por eso se evalúan medidas más duras como la apertura de importaciones para todo el sector que presione los precios a la baja.
Desde la Fundación Pro Tejer se distancian de las acusaciones y declaran que en la medición del INDEC está “mal representado” el sector porque no pondera los nuevos canales comerciales, con precios más accesibles y competitivos que los shoppings. Pero hay otras mediciones que sí los contemplan e igualmente acusan subas desmesuradas.
Producción Mara Pedrazzoli