Ciudades sin Miedo, así se llama el encuentro internacional que desde viernes a domingo se realizará en Rosario con la participación de militantes, activistas, alcaldes y concejales de distintos países en este caso organizado por Ciudad Futura y Barcelona en Comú. El eje de debate que atravesará todo el encuentro no puede ser más actual: municipalismo, seguridad democrática, experiencias de urbanización, participación democrática, gestión de aquello que es común, batalla cultural y el futuro del trabajo.

El encuentro consta de recorridas, asambleas y talleres. El domingo cierra con un festival en el parque Independencia. El programa completo se puede visualizar en la web de Ciudad Futura.

Ciudades sin Miedo (Fearless Cities en inglés) es un movimiento global de militantes, activistas, organizaciones, concejalas y alcaldes que "trabajan para radicalizar la democracia, feminizar la política e impulsar la transición hacia una economía que se preocupe por las personas y por el medio ambiente", según su propia definición.

El primer evento fue organizado en 2017 por Barcelona En Comú, la plataforma ciudadana que dio base a Ana Colau para convertirse en alcaldesa de la capital de Cataluña. A ese primer encuentro concurrieron 700 representantes de más de 100 organizaciones municipales de todos los continentes. 

Desde entonces, diversas plataformas municipalistas locales han organizado eventos regionales de Fearless Cities en Bruselas, Valparaíso, Nueva York, Varsovia, Belgrado y Nápoles, de manera descentralizada.

En a grilla de talleres pueden destacarse dos  de especial interés para Rosario. El de Seguridad Democrática: luchas contra las violencias y el narcotráfico, del que participarán Luna Costa del Instituto Marielle Franco de Brasil, una ex viceministra de seguridad pública de Perú y el mexicano Diego Rodríguez Lozano, que compartirá sobre el proyecto TEC, regeneración urbana con la colaboración de ciudadanos, organizaciones y autoridades sobre un área de 452 hectáreas en la zona sur de Monterrey donde se encuentra ese centro educativo.

Que Rosario sea sede Ciudades sin Miedo se justifica, según explicaron desde Ciudad Futura, en que "Rosario es hoy la ciudad más violenta de Argentina, cuadruplicando la tasa de homicidios nacional. Latinoamérica es el continente más desigual del planeta, con el 40% de sus habitantes por debajo de la línea de pobreza. Las crisis estructurales que sufren nuestros países se materializan en las ciudades con niveles de desigualdad extrema y violencia que tornan insostenible cualquier proyecto de vida, individual o colectivo, a mediano plazo. Es acá donde más hace falta combatir el miedo y cultivar la esperanza, y donde decidimos globalmente instaurar este nuevo grito internacional por un mundo más justo".

La concejala de Ciudad Futura Caren Tepp dijo que hasta este miércoles habían confirmado participación delegaciones de más de 60 ciudades de 20 países. En total ya había 800 inscriptos en la web oficial del encuentro, lo cual hacía prever que el número final sobrepasará los 1000 teniendo en cuenta los registros de locales sobre la hora. 

"El desafío que nos proponemos es que Rosario se convierta durante tres días en un gran laboratorio a cielo abierto que aloje experiencias de todo el mundo que vienen buscando soluciones reales y concretas a los grandes problemas de nuestro tiempo", dicen los organizadores. La idea del encuentro es hacerlo "con talleres, charlas, asambleas, encuentros y visitas territoriales que puedan sintetizar, al final de las jornadas, un manifiesto de las Ciudades Sin Miedo 2022. Una guía para la acción, para darnos fuerza, para articular todas las prácticas desde abajo en un proyecto global de futuro".

"En las Ciudades Sin Miedo están las razones para la esperanza, en todas las personas que a pesar de todo no se rinden e inventan nuevos caminos", afirman en la convocatoria desde donde definen la plataforma Ciudades sin Miedo como "una estrategia de futuro y de presente al mismo tiempo". 

También lo plantean como "una estrategia para frenar a la ultraderecha que amenaza a la democracia, pero no llamando a conservar lo que tenemos, que es demasiado poco, sino yendo por lo que todavía falta, construyendo un proyecto mejor. Se trata de reinventar la democracia desde donde la democracia nació, desde la ciudad. Es desde lo próximo, lo cercano, lo real y lo concreto, desde donde podemos construir una nueva cultura política, una nueva forma de hacer las cosas, un nuevo modo de gobernar. Porque la manera en que todo esto se hacía antes es la que nos trajo hasta acá".