Agrupaciones ambientalistas denunciaron que el Mundial de Futbol Qatar 2022 será una "aberración ecológica", luego de que la organización prometiera un "torneo neutro en carbono". 

A comienzos de octubre, Hassan Al-Thawadi, secretario general del Comité de Organización del Mundial, manifestó que hay un "compromiso" con asegurar una Copa del Mundo "totalmente carbono neutral". "Lo conseguiremos midiendo, reduciendo y compensando todas las emisiones de gas de efecto invernadero asociadas al torneo", remarcó.

En esta línea, la FIFA también insistió en que las emisiones del torneo "serán totalmente compensadas", con iniciativas como los "créditos de carbono", proyectos para reducir las emisiones equivalentes a las del Mundial en otras partes del mundo. 

No obstante, estos dichos fueron discutidos por diversas organizaciones y hasta por la exestrella del Manchester United, Eric Cantona, quien denunció una "aberración ecológica, con todos esos estadios climatizados" además de "un horror humano" por la gente que "ha muerto en la construcción de las instalaciones".

"Una cortina de humo"

Entre las organizaciones que apuntaron contra las promesas de los organizadores de Qatar 2022, se encuentra Greenpeace Medio Oriente: su director, Julien Jreissati manifestó que esos supuestos objetivos son "una cortina de humo" y que pueden considerarse como "greenwashing" porque "no son respuestas a la emergencia climática".

En tanto, un informe de la ONG Carbon Market Watch sentenció que la FIFA hace "publicidad engañosa" respecto a la neutralidad de carbono y que "no es fiel al impacto climático real que tendrá el evento".

Según un informe encargado por la FIFA, el evento debería generar 3,6 millones de toneladas equivalentes de CO₂, contra los 2,1 millones durante la última edición en Rusia en 2018. La gran mayoría (95%) procede de emisiones indirectas, ligadas principalmente al transporte, a la construcción de las infraestructuras y al alojamiento.

No obstante, Carbon Market Watch, con base en Bélgica, estimó que la huella de carbono de la construcción de los estadios podría ser "ocho veces superior", por lo que habría que contabilizar al menos  1,6 millones de toneladas más de dióxido de carbono en esas cuentas finales.

La climatización de los estadios, otro punto cuestionable

Gilles Dufrasne, representante de Carbon Market Watch, hizo una observación sobre la climatización de los estadios donde se desarrollarán los partidos, una característica particular de estas construcciones debido a las altas temperaturas que hay en Qatar. 

Según el experto, esta función es un "gasto energético y medioambiental" pero "no tiene peso" en el total que se producirá durante los 30 días del Mundial.  "Es relativamente mínimo comparado a las emisiones totales de la construcción de estadios o a las emisiones totales del transporte aéreo", aseveró Dufrasne.

Por otro lado, Gilles Paché, especialista de logística y profesor en la Universidad de Aix-Marsella (Francia) sostuvo: "Se cometió un enorme error en diciembre de 2010 en el momento de atribución de la Copa del Mundo contra un país que tenía todas las infraestructuras, como Estados Unidos".

Y cerró: "Con Qatar partíamos sin base, 'ex nihilo', es un evento de talla mundial sustentado sobre la arena".

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