Tenía que ganar Boca. Y Boca ganó. Derrotó 2 a 1 a Gimnasia en la continuación del partido interrumpido hace dos semanas por la brutal represión policial en las afueras del estadio del Bosque y con un triunfo más, el domingo desde las 17 ante Independiente en la Bombonera, abrochará una nueva estrella de campeón en su escudo cargado de gloria.
Los goles de Frank Fabra en el primer tiempo y de Luca Langoni en el segundo impulsaron una nueva victoria dentro del estilo utilitario pero eficaz del equipo que dirige Hugo Ibarra. Pero como no todo puede salir bien, Boca se fue de La Plata con dos bajas que pueden ser muy importantes: Darío Benedetto, con un presumible desgarro y Fabra salieron lesionados y es dificil que estén disponibles para la gran definición del domingo venidero.
Racing miró desde afuera todo lo que pasó en La Plata. El empate que Leonardo Morales anotó de cabeza para Gimnasia a los 11 minutos de la segunda etapa le permitía retener la punta a la que había llegado el lunes tras vencer a Lanús, con una unidad de ventaja sobre Boca. Pero ahora, ya no depende de si mismo: para ser campeón, el domingo deberá ganarle a River en Avellaneda y en paralelo, aguardar que Independiente le de una gran mano venciendo o empatandole a Boca en la Bombonera. Si Boca perdiera y Racing empatara, habrá igualdad en 51 puntos y un desempate a jugarse el miércoles próximo en cancha neutral. El que quedó fuera de la discusión por el título fue Huracán que con 47 puntos, ya no podrá alcanzar a Boca ni siquiera venciendo a Patronato el mismo domingo en Paraná.
Todas las emociones de la tarde se concentraron en el segundo tiempo. Boca ganaba 1 a 0 con una gran definición de Fabra (un zurdazo de tres dedos que se metió por el segundo palo) y Gimnasia se le tiró encima a buscar el empate: salió el uruguayo Brahian Aleman (jugó disminuido por una lesión muscular), entró Soldano y atacó con una doble punta y dos delanteros bien abiertos por los costados (Benjamín Domínguez y el paraguayo Sosa). El gol de cabeza de Leonardo Morales tras un tiro libre de Erik Ramírez desde la izquierda impulsó a Gimnasia a seguir repiqueteando en procura de un triunfo que necesitaba para clasificarse a la Copa Libertadores.
Boca esperó atrás y salió de contraataque con un esquema 4-5-1. Y lo terminó resolviendo con las corridas de Sebastián Villa (que había entrado por Juan Ramírez) y los goles siempre oportunos de Langoni. A los 26, un remate del colombiano dio en el poste izquierdo, Rey le tapó el rebote a"Pol" Fernández y Langoni, con un tiro corto anotó el 2 a 1 al que Boca se aferró con toda la fuerza de su espíritu. Se entiende: tal vez valga un campeonato. Pero eso se sabrá recién el próximo domingo.