Nilo Medina es defensor de Jonathan Morel, el referente de Revolución Federal detenido este jueves por amenazas a varios dirigentes. Una de las líneas que investiga la Justicia es la financiación de la organización. Morel recibió transferencias por más de ocho millones de pesos de Caputo Hermanos S.A., la compañía de la familia de Luis "Toto" Caputo, el exministro de Finanzas de Mauricio Macri.
Morel admitió haber recibido una parte de ese dinero por trabajos de carpintería para emprendimientos en Neuquén. La justicia descubrió después que eran más pagos. Ayer allanó la sede porteña de la empresa y dos fideicomisos. En diálogo con Página12, ahora el abogado de Morel confirma la recepción del dinero, no logra explicar cómo llegaron hasta la carpintería localizada en Boulogne, pero admite que el violento joven de ultraderecha no hizo el trabajo: lo tercerizó "porque no tenía capacidad de hacerlo".
--¿Jonathan Morel fabricó y entregó los muebles? --preguntó este diario.
--El negocio lo hizo la carpintería de Morel. Pero es un negocio tercerizado porque no tenía capacidad para hacerlo. Era amoblamiento para habitaciones, como mesas de luz y armarios.
--Si no tenía capacidad, ¿cómo y por qué lo contacta la gente de Caputo Hermanos?
--No sé. El contacto debe haber sido a través de Rossana Caputo.
--¿Pero se conocían? ¿De dónde viene el contacto?
--No sé.
--¿Y cómo es que contratan una carpintería en Boulogne para fabricar muebles para Neuquén?
--Quizá para abaratar. Los montos no son nada para Caputo Hermanos. Tal vez se hizo por internet, porque la carpintería publicaba en internet.
--¿Caputo Hermanos busca una carpintería por internet?
--Quizás por esa razón de costos.
--¿Quién hizo los muebles? O sea, ¿a quién le tercerizaron el trabajo?
--No lo sé.
Fin de las explicaciones.
El letrado no pudo justificar que 7 millones de pesos se transfirieron a dos mujeres, monotributistas, que emitieron, cada una, la factura número 1, es decir que nunca habían facturado nada. Que hubo otros dos envíos de dinero, totalizando 1.750.000 pesos adicionales. Que, además, la plata se retiró de inmediato y en efectivo, en una práctica muy contraria a una normal actividad comercial: se suelen pagar sueldos, materiales, impuestos, transportes, por lo que el dinero se va retirando o transfiriendo a otras empresas o individuos.
Nada de la historia surge como creíble mientras se investiga la relación de la familia del Messi de las finanzas, Luis "Toto" Caputo con la agrupación y el financiamiento del grupo neonazi que amenazaba a Cristina, tiraba antorchas contra la Casa Rosada y concurría a las marchas con una guillotina.
La justicia le dio una insólita ventaja a la organización de ultraderecha y a los Caputo: tardó dos semanas en concretar los allanamientos y en realizar las detenciones de los referentes de Revolución Federal. En un solo día debió saberse todo: si los muebles se hicieron o no, a qué precio, cómo se enviaron, dónde está el dinero, si se tercerizó, a quién, y, a partir de los celulares, toda la trama que terminó en que un grupo violento se embolsara, en total, 8.700.000 pesos. No para cualquier cosa, sino para solventar actividades violentas y —aún no se sabe— tal vez acciones que terminaron con un sujeto gatillándole a la vicepresidenta en el anochecer del 1 de septiembre.