El expresidente de Ecuador Rafael Correa analizó este viernes la realidad geopolítica en América Latina. En una extensa entrevista con AM750, aseguró que “hay un retorno evidente de los gobiernos progresistas”, aunque puso el foco en las diferencias centrales respecto a la “primera ola”, protagonizada por la mayoría de los gobiernos regionales entre el 2002 y el 2014, así como también los desafíos que tienen por delante. Las expectativas por las elecciones en Brasil, el rol del gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner y la mirada puesta en un bloque común latinoamericano.
Para Correa, este retorno del progresismo a la región —“tras la restauración conservadora sin límites, sin escrúpulos y por todos los medios, democráticos y antidemocráticos”— “no es independiente de la primera ola”, donde los datos objetivos marcan que fue "la mejor época de América Latina".
El primer gran desafío que señaló el expresidente de Ecuador tiene que ver con el enfrentar a una derecha “más preparada” en la región. Y como ejemplo puso el manejo de los medios hegemónicos de comunicación por parte de los partidos conservadores: “Scioli no perdió contra Macri, sino contra el Grupo Clarín”.
“Mientras haya tal injerencia de la prensa hegemónica, no habrá democracia. No nos engañemos. Para que haya elecciones libres tiene que haber información y lo que recibimos es manipulación. Si no se resuelve, no vamos a tener democracia formal, porque democracia real nunca hemos tenido. Se puede ver en los titulares el obsceno sesgo electoral”, añadió.
En este contexto de desinformación “se hicieron los golpes de Estado a Dilma y a Evo Morales”, alertó Correa. “Pero vuelven los gobiernos progresistas. Y ahora la derecha está más preparada. Ahora ya tiene experiencia. Se empezaron a oponer a todo cambio. Esta nueva ola progresista va a enfrentar muchos más obstáculos”.
Correa apuntó que en este momento los partidos conservadores ya están “articulados, cuentan con recursos ilimitados y con respaldo internacional de las embajadas para oponerse a cualquier cambio”. “Se articularon nacional e internacionalmente”, resumió.
Elecciones en Brasil
Esto, dijo, es lo que pasará en Brasil: “Lula ganará (las elecciones, en Brasil la segunda vuelta presidencial será el próximo domingo 30 de octubre), pero va a ser muy difícil gobernar con la oposición que tiene”.
La segunda diferencia entre esta nueva ola progresista y la que tuvo lugar a comienzos del siglo tiene que ver con la confianza interna y la homogeneidad del bloque.
“Los de ahora son gobiernos progresistas más heterogéneos. Teníamos mucha confianza mutua. Teníamos diferencias, pero nos queríamos como hermanos. No desconfiábamos entre nosotros. Pero tu vez un Boric atacando a Venezuela cuando está bloqueada por una economía de guerra. Hay contradicciones que no había en la primera ola”, comentó.
Y finalizó: “América Latina tiene que actuar como bloque para tener presencia en el concierto internacional. Atentaron contra la democracia, que era nuestro mínimo común. Ya no se respetan los derechos humanos. Lasso dice que su principal objetivo es que no vuelva el correísmo. Es una derecha que no tiene límites. Quieren democracia siempre y cuando no cambie nada”.