La casa del lago de Constanza es el título de la obra que se presenta los domingos de octubre, a las 20, en la Sala La Escalera (9 de julio 324). La violencia patriarcal y el encierro que provoca son dos claves de esta obra escrita por Adriana Verónica Tursi y dirigida por Mailín Gala Sylvester. "La invitación es a una obra que sucede a una casa, la puesta invita a sumergirse en la casa, el público empieza a sentirse en un ambiente íntimo", contó la directora, quien aclaró que la puesta no genera participación del público y si bien tiene actuaciones de registro realista, por momentos la propuesta roza el grotesco. 

Así lo cuenta una de las actrices, María Victoria Vitta. "Es un drama medio oscuro, tal vez un poco siniestro que trata sobre una casa, muy antigua y abandonada, con una dinámica muy particular en donde vive un patriarca con tres mujeres: su esposa, el ama de llaves y la mucama. Él es un hombre que se va quedando ciego y por eso necesita de la asistencia de las mujeres, pero la ceguera no le impide ser violento y autoritario”, adelanta.

La directora agrega: "Esta casa funciona de una manera patriarcal, jerárquica, hay una persona que decide y tiene control y poder sobre las otras. Su mujer es el último orejón del tarro, está sometida a quienes la cuidan y toman decisiones sobre ella", relató sobre el punto de partida y la aparición del conflicto: "En la obra, llega alguien de afuera a traer un pedido y dinamiza toda esta cuestión tan estructurada de la casa. Trae la posibilidad de un afuera para quienes están adentro y genera que quien llega termine atrapado". Lo que lleva el visitante a esta casa donde no entra nadie desde hace años, es una biblia.  

Además de Vitta, actúan Liliana Oppido Igareta, Paula Carnovali, Pablo Minervino y Javier Fernández. Ese es el elenco que encarna a los habitantes de la casa. "Lo que sucede es que la casa atrapa a quien llega", siguió su relato Mailín. Para llegar a este punto, abordan el tema de la memoria. "El recién llegado todavía tiene la memoria y trata de hacer recordar a los otros, a las otras", relata la directora. Las mujeres que trabajan allí "son como las dos caras de la misma moneda. Una dice todo el tiempo que no tiene memoria, por eso no puede irse, no puede aprender, no se puede independizar". 

Las entradas pueden reservarse -con descuento- al número 341 3 068860. "Nosotros recomendamos que después de verla te vayas a tomar un café o una cerveza, porque si bien es muy contundente, deja muchos cabos sueltos para charlar y repensar", dijo la directora.