El presidente uruguayo Luis Lacalle Pou envió este viernes al parlamento un proyecto de reforma jubilatoria.  El mandatario calificó la iniciativa como “perfectible”, pero remarcó que debe conservar las “características de la necesidad, sostenibilidad y solidaridad”.

Lacalle Pou convocó esta semana a los integrantes de la coalición de Gobierno para acordar la reforma jubilatoria que establece que los nacidos en 1973 se jubilarán con 63 años en 2036, los de 1974 lo harán con 64 años en 2038 y en 2040 los de 1975 con 65. La actual edad de jubilación en Uruguay es de 60 años.

Antes del ingreso del proyecto al parlamento, el primer mandatario aseguró que, “si los aportes son positivos y van en el sentido de la reforma”, están “abiertos” a hacer los cambios que consideren. Y añadió: “Creer que es el mejor proyecto es pecar de soberbia. Si se guarda la armonía que necesita este proyecto de ley, bienvenido. Voy a hablar de las perillas: hay que hacer sintonía fina entre la de la velocidad y las modificaciones”.

Aumenta la edad mínima jubilatoria

El proyecto amplía la edad mínima de jubilación en varias escalas que van desde los 63 hasta los 65 años, dependiendo de la fecha de nacimiento y los años cotizados hasta el momento, según informó El Observador.

No obstante, la reforma recoge dos excepciones para no retirarse con 65 años. La primera es por una “carrera laboral extensa” y afecta a aquellos que tengan 30 años aportados cuando entre en vigencia la ley, y a aquellos que en general alcancen los 40 años de trabajo.

La otra excepción es trabajar en un puesto “particularmente exigente”, como es el caso de los trabajadores de la construcción y los trabajadores rurales que desempeñen puestos de trabajo que impliquen “un alto grado de esfuerzo físico”. En ese caso, podrán jubilarse a los 60 años con 30 años cotizados.

Costo político

Una vez más, el presidente aseguró que llevar adelante la reforma no les generará un “costo político”. No obstante, sí lo pagará el que “no tenga un acto de responsabilidad nacional (y no la realice), sabiendo que hay que reformar la seguridad social”.

En ese sentido, indicó que no le van a dejar la reforma para el próximo gobierno, “sea de la ideología y el color que sea”. Por ese motivo, están “muy satisfechos de haber llegado a un acuerdo con la coalición de gobierno”.

"Para no hipotecar el futuro de los uruguayos y nuestro país"

El gobierno justificó el proyecto asegurando que la reforma es un “deber ético y ciudadano, un acto de responsabilidad nacional, que no es opcional y que trasciende visiones políticas y sectoriales de corto plazo”.

Se trata de asumir la realidad y de actuar en consecuencia, de gobernar generando condiciones para un futuro mejor”, añadieron en el comunicado publicado esta semana,

A su vez, indicaron que la reforma “reconoce la nueva dinámica de nuestra sociedad y adecúa el sistema para no hipotecar el futuro de los uruguayos”. “Y, en definitiva, de nuestro país todo”, se agregó en el texto.

“Permitirá asegurar una vejez digna, pero también no endeudar ni complicarle el futuro a los jóvenes. Se busca evitar que se llegue a un gasto incontrolable en jubilaciones, lo que dará la posibilidad a los futuros gobernantes de disponer de recursos y de dedicarlos en quienes más lo necesitan, como los niños y jóvenes”, concluyeron.

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