Los padres de Charlie Gard, el bebé de once meses a quien la Justicia ordenó desconectar de un pulmotor, presentaron una petición con 350.000 firmas al hospital de Londres donde está internado, urgiendo a los médicos que les permitan llevarlo a Estados Unidos para que le apliquen un tratamiento experimental.
Chris Gard y Connie Yates, padres del bebé que sufre una rara enfermedad que causa debilidad muscular progresiva y daño cerebral, presentaron el urgente pedido al Great Ormond Street Hospital. El hospital pidió a la Corte Suprema británica que revise el caso a fin de que considere posible nueva evidencia, aunque la opinión de los médicos no ha cambiado, y el máximo tribunal se dispone a realizar una audiencia sobre el caso hoy por la tarde.
La primera ministra británica, Theresa May, rechazó el miércoles intervenir en el caso de “Baby Charlie”, cuyos padres fueron impedidos legalmente de sacarlo del país para tratarlo en Estados Unidos. “Es una posición inimaginable en la que estar para cualquiera”, dijo May al Parlamento. May señaló que cualquier padre “querría hacer todo lo posible” por su hijo, pero se negó a apoyar el pedido de los Gard para que les permitan viajar a Estados Unidos con su bebé. “Pero también sé que ningún médico quiere estar en la terrible posición de tener que tomar decisiones tan difíciles como esta”, añadió May.