Los dos hermanos de 56 y 63 años que fueron encontrados el miércoles asesinados en el interior de una vivienda del barrio porteño de Villa Pueyrredón, llevaban muertos de cinco a siete días, según la data de muerte preliminar establecida en las autopsias.
Los peritos del Cuerpo Médico Forense de la morgue judicial porteña le remitieron al fiscal Adrián Péres, de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional 46, un primer informe de las autopsias realizadas a Marcelo Fernando Grosso (56) y Mónica Cristina Grosso (63).
Según las fuentes judiciales consultadas por Télam, en primer término, los médicos confirmaron que la causa de muerte del hermano varón fueron múltiples lesiones de arma blanca, mientras que la mujer, quien presentaba un trapo en la boca, murió producto de una asfixia y además presentaba algunos golpes en el rostro.
La data de muerte fue estimada en cinco a siete días antes del hallazgo, por lo que se es probable que el doble crimen se haya cometido entre el miércoles 12 y el viernes 14 de este mes, aunque se aguarda un estudio entomológico sobre la fauna cadavérica para poder precisar lo que se denomina el “cronotanatodiagnóstico”.
Los pesquisas presumen que pudo tratarse de un robo porque faltan al menos los dos teléfonos celulares de las víctimas y además la casa estaba desordenada y la puerta ingreso sin llave y podía abrirse con picaportes de ambos lados.
El hallazgo se produjo el miércoles alrededor de las 18.15 en un departamento de la planta baja de un complejo de monoblocks ubicado en la calle El Gaucho al 5900, en dicho barrio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde vivía solo Marcelo Groso, un hombre con problemas de salud que se había jubilado de su trabajo como conductor de subtes. Su hermana vivía en el partido bonaerense de Moreno y solía visitarlo y asistirlo por sus problemas de salud.
Voceros policiales informaron que fue un vecino quien ayer alertó a la policía porque desde hacía días no advertía movimientos en la casa, por lo que un efectivo de la Comisaría Vecinal 12B de la Policía de la Ciudad acudió al lugar y, al abrir una persiana, observó el cuerpo de una mujer.
A raíz de ello, ingresó con el denunciante a la propiedad, cuya puerta se encontraba sin llave, y halló el cadáver de la mujer tirado en el suelo del living boca arriba, cerca de la puerta de entrada, con un paño tipo ballerina adentro de la boca, el rosto tapado con su propia remera y en avanzado estado de descomposición, detallaron los informantes.
Instantes después, encontraron el cuerpo del hombre, que estaba tirado al costado de la cama de una de las habitaciones, en posición decúbito ventral, con lesiones punzocortantes y también en estado de descomposición.
En la vivienda los agentes observaron manchas de sangre, desorden a simple vista y falta de aseo, además de no encontrar los teléfonos celulares de las víctimas.
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