El por qué una agrupación sindical, la Corriente Federal de Trabajadores (CFT), asume la responsabilidad de pelear en el Congreso una ley que, en principio, sólo parece afectar intereses interempresarios, fue explicado, en off the record, por uno de sus referentes. “Es una cuestión estratégica, en esta etapa en que están en riesgo las fuentes de trabajo, es importante que asumamos que hay que dar la pelea por la defensa del trabajo, no sólo los derechos del trabajador. En este sentido, pudimos ver que detrás de este proyecto de Compre Argentino se juega gran parte de la posibilidad de alcanzar un desarrollo nacional e inclusión social a través del trabajo. Es nuestra pelea tanto como de las pymes nacionales”. El razonamiento explica el por qué de la convocatoria a especialistas e investigadores para llevar una propuesta al Congreso que supera, incluso, el planto de algunos sectores de oposición. 

La CFT participó del congreso confederal de la CGT del año pasado en el que se resolvió su reunificación, pero desistió explícitamente de ocupar cargos de conducción. Ya desde entonces, mantenía discrepancias con la línea de intervención política de la dirigencia, situación que se profundizó con el correr de los meses. La CFT mantiene una posición mucho más crítica que la de CGT con respecto al gobierno nacional, aun que no reniega de su pertenencia a esa central sindical.

Otro interrogante a responder es por qué, mientras algunas organizaciones empresarias se suman a los cuestionamientos de fondo al proyecto oficial, otras entidades, incluso pymes, saludaron la propuesta del gobierno como “un paso adelante” al contemplar la participación nacional mínima en las contrataciones públicas. “Este es un debate que está alumbrando”, respondió un activo integrante de una de las organizaciones pyme más representativas. “Para quien está en situación desesperante por caída del mercado interno, una promesa de apertura de un mercado como el de las compras del Estado lo puede llegar a entusiasmar. Pero también hay una cuestión de desconocimiento o falta de perspectiva de mediano plazo. Quien se alegra de la posibilidad de poder ser beneficiario de esos cupos de la ley, no imagina que, en realidad, no está pensado para él y su empresa. Tampoco está viendo que, a futuro, estas normas condenan a la desaparición de un modelo de desarrollo integrado en el que su empresa pyme sí, seguramente, podría ser parte. Pero estas con las cuestiones que hoy están en discusión en nuestras organizaciones: si vamos a pedir porque nos tiren un poco más de migajas, o si tenemos que pelear por recuperar un modelo que nos contenga”.