El jueves, luego de semanas de trabajo intenso, se dictaminó en la Cámara de Diputados el proyecto de ley de Presupuesto General de la Administración Nacional para el ejercicio 2023. Durante el tiempo que duraron los debates, hubo una búsqueda permanente de construir el mayor consenso y articular todas las voluntades posibles.
En una primera etapa, concurrieron a brindar sus informes el ministro de Economía, Sergio Massa, los secretarios de su área y los ministros, secretarios y directivos de organismos del resto del gobierno. En total, los funcionarios del Poder Ejecutivo expusieron y contestaron preguntas durante 32 horas.
En una segunda etapa, tuvo lugar la discusión del proyecto de ley entre los integrantes de la Comisión de Presupuesto y Hacienda y otros diputados y diputadas que pidieron participar de las deliberaciones. Esta segunda instancia terminó este último jueves con el dictamen de mayoría. El próximo paso es el tratamiento en el recinto de la Cámara de Diputados. Si resulta aprobado se girará al Senado para su consideración por dicho cuerpo.
Asistimos durante el debate del proyecto de Presupuesto a una clara manifestación de espíritu democrático y republicano. Hubo un diálogo intenso entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo y una práctica de escucha y tolerancia entre los integrantes de las distintas bancadas.
Mientras hay sectores que cuestionan la utilidad de la política y específicamente de la actividad parlamentaria, ésta sigue demostrando su capacidad de trabajo y de agregar valor: el proyecto al que arribamos, producto de muchos y sostenidos debates, es una versión mejorada del enviado por el Poder Ejecutivo. Se incorporaron más de treinta modificaciones propuestas tanto por diputados del oficialismo como de la oposición.
En ese marco, el proyecto muestra un aumento significativo de recursos asignados a iniciativas sociales como las becas Progresar, prestaciones alimentarias, derechos de la niñez, asignaciones familiares, el Fondo de Integración Socio Urbana, el Fondo Nacional de Incentivo Docente y el incremento de los recursos destinados al manejo del fuego en los bosques, entre otros. Este conjunto de rubros ampliaron sus partidas en más de 320 mil millones de pesos.
También hay mayores partidas para subsidiar el transporte de pasajeros en el interior del país. En este último rubro, el monto asignado pasó a ser de 85 mil millones de pesos.
Además, se incluyó en el dictamen, a solicitud de la oposición, una cláusula que establece que si al 31 de agosto del próximo año la tasa de inflación supera en 10 puntos a la proyectada, o si los ingresos del sector público superan en dicho porcentaje los previstos para el período acumulado, el Poder Ejecutivo deberá enviar una ley complementaria en septiembre con el nuevo cálculo de recursos y el plan de gastos para el último trimestre.
Según la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), el Presupuesto 2023 “expresa en su mensaje las prioridades de política presupuestaria de gastos en cinco pilares: 1) Infraestructura, 2) Salud, 3) Educación, 4) Ciencia e Innovación e 5) Inclusión Social Activa con Perspectiva de Género”.
Se trata de una hoja de ruta con la que el Poder Ejecutivo anticipa el rumbo que busca darle a la economía el próximo año. Como la palabra lo indica, el Presupuesto presupone escenarios, objetivos y prioridades. En su conjunto, sus proyecciones constituyen el plan de gobierno para el próximo año. Entre otras cosas, anticipa el nivel de actividad económica que alcanzará el país, con qué recursos fiscales va a contar el Estado, y cuáles serán las prioridades de inversión y del gasto público.
En la misma perspectiva, prevé la desaceleración de la inflación: 60% para el año que viene, 44% para el 2024 y 33% para el 2025. En el contexto de esa baja sostenida, se busca ir mejorando los ingresos de la sociedad y, sobre todo, de los sectores sociales más vulnerables. También establece un objetivo de déficit primario del 1,9% del PBI en 2023, por debajo del 2,5% estimado para 2022.
En síntesis, lo que el proyecto de Presupuesto 2023 prevé es sostener el gasto por encima de la inflación y los ingresos por encima del gasto, lo cual genera la posibilidad de reducir el déficit sin necesidad de ajuste. ¿Qué quiere decir esto? Por un lado, que si los gastos suben por encima de la inflación no hay modo de concluir que hay ajuste. Por otro, que si los gastos crecen menos que los ingresos, una porción de estos últimos podrá ser destinada a reducir el déficit fiscal.
Algunos datos permiten ser optimistas. El nivel de actividad económica (EMAE) del mes de agosto registró un aumento del 6,4% respecto a idéntico mes del año pasado y un 0,4% si lo comparamos con el mes anterior. También creció la Utilización de la Capacidad Instalada, que pasó del 64,4% en agosto de 2021 al 69,5% en igual mes de 2022. En este marco, y por la incidencia de varios factores, los ingresos del fisco nacional en septiembre se incrementaron un 21,7% interanual real.
Por otro lado, la discusión de la denominada “ley de leyes” tiene lugar en un escenario global dinámico y sometido a fuertes transformaciones: se consolida un pronóstico de fuerte recesión para los próximos dos trimestres en los Estados Unidos y algo similar se proyecta para Europa y China, entre otros países. Habrá que analizar en cuánto esos escenarios globales terminarán incidiendo sobre nuestra economía. Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional, ha dicho recientemente que “la economía mundial es como un barco en aguas agitadas”. Y ha agregado: “ya hemos rebajado tres veces nuestras previsiones de crecimiento y como verán en nuestra actualización de perspectivas mundiales la próxima semana, rebajaremos el crecimiento nuevamente para el año próximo. Los riesgos de recesión están aumentando”. No se puede analizar lo que sucede en la Argentina y proyectar su futuro si no se tiene en cuenta la escena global donde ella está inscripta.
En estos contextos cambiantes, hemos debatido un Presupuesto serio que proyecta una Argentina que va a continuar creciendo en 2023, aunque más lentamente.
Si en la semana que comienza se aprueba el proyecto de Presupuesto en la Cámara de Diputados y luego sucede lo mismo en el Senado, estaremos en una Argentina más previsible, con una hoja de ruta que marque el camino hacia donde va el país, y que genere mejores condiciones para profundizar el modelo de crecimiento con distribución e inclusión.
* Diputado nacional por el Frente de Todos y Presidente del Partido Solidario