Doña Juana cumplirá 80 años. Está feliz mientras organiza su cumpleaños. Como le queda chico el departamento va a festejar en un centro de jubilados de Avellaneda. Sin embargo, una noticia la angustia: tiene que presentarse en la Anses para acercar el certificado de defunción de su marido. Se pregunta qué pasará si no lo encuentra. Y por qué tiene que ser ella la encargada de buscarlo. ¿Anses no tiene los datos de quién se murió? 

Roberto es presidente de un club de barrio cofundado por sus abuelos hace más de 70 años. Desde los tarifazos del 2016/17 andan a los tumbos. Las boletas se disparan. Imposible pagarlas cuando además los ingresos del buffet se resienten. Algunas le proponen a Roberto engancharse de la luz. El mandato familiar le impide autorizar la instalación clandestina. Pero se angustia. Tiene que salvar el club. No sabe cómo hacerlo y se pregunta por qué se llegó a esto. 

Don Alfredo es un buen trabajador. Con más de 20 años en una empresa textil, está preocupado porque hace meses le cortaron las horas extras. El sueldo no le alcanza. Una financiera le ofrece dinero rápido para cancelar la modesta deuda de su tarjeta. Sus compañeros de Administración le recomiendan que tenga cuidado, porque el interés es alto. Está desesperado.

Son ejemplos del descalabro social que se vive desde diciembre de 2015, cuando Mauricio Macri se propuso reconfigurar drásticamente la sociedad y empezó por transferir recursos desde los sectores populares a los escandalosamente concentrados. Según el informe de Cifra-CTA número 23, la participación de los asalariados cayó del 37,4 por ciento al 34,3 por ciento entre 2015 y 2016, lo que significa una apropiación por parte del capital de aproximadamente 16 mil millones de dólares. El salario perdió entre el 6 y el 10 por ciento de su poder adquisitivo en el mismo período. Los beneficiarios fueron el agro, la intermediación financiera, servicios, electricidad/agua/gas, minas y canteras. 

Se redujo el consumo y se achicó el mercado interno. Según el observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), las ventas de leche en el mercado interno bajaron en forma interanual (de mayo 2016 a mayo 2017) un 6,9 por ciento, el dulce de leche un 8,5 y los quesos de 4,7 a 10,02 por ciento. La actividad minorista se quiebra. La CAME informa que cayó en todos los meses del gobierno de Macri, tras 12 meses de crecimiento ininterrumpido en 2015. 

Los supuestos brotes verdes no son tales si resultan bien analizados. En promedio mensual los trabajadores de la construcción ocupados eran 436.578 en 2015. Cayeron a 403.247 en 2016. Son 417.364 en 2017. Es decir que si comparamos 2015 con 2017 tenemos 19.214 trabajadores menos por mes.

En los partidos del Gran Buenos Aires la desocupación llega al 11,8 por ciento y sigue en aumento. A esto hay que sumarle la disminución de la changa y la consideración de la energía como una mercancía y no como un derecho humano. Si todo sigue así, sin freno, se deteriorarán los hogares, las pymes, los clubes y las instituciones barriales. La sociedad sufrirá los efectos de una economía de ricos y para ricos.

Por eso es imprescindible construir un freno institucional. Conjugar y unificar los  sectores que se ven golpeados por el macrismo. 

Un freno es que el macrismo pierda las elecciones del 22 de octubre a manos de Juanas, Robertos y Alfredos que hayan transformado su angustia en acción política y voto. Como propone Unidad Ciudadana en sus 15 puntos, hay que conseguir que el Congreso declare la emergencia previsional y laboral. Que prohíba los despidos por un año, que rechace todo intento de flexibilización de las condiciones de trabajo, que establezca la emergencia alimentaria regulando la formación de precios en las cadenas de valor. Hay que exigir por ley una revisión tarifaria de los servicios públicos fijando valores razonables, equitativos y justos para las tarifas.

Comparto la opinión de Jorge Taiana, según la cual Cristina Fernández de Kirchner representa el centro de unidad de los sectores populares. Aunque esta decisión tal vez me aleje de algunos de mis compañeros del Movimiento Evita, que han elegido otra opción electoral, tengo la convicción de que hay que construir herramientas para ponerle un límite a Macri y terminar con la angustia de millones de argentinos. La herramienta hoy es una victoria de Cristina-Taiana y su lista de diputadas y diputados.

* Jefe de Gabinete, Municipalidad de Avellaneda.