"El Presupuesto va a salir". Desde el dictamen del jueves que esta frase es repetida como si fuera una obviedad por parte de varios diputades oficialistas y opositores. Las modificaciones introducidas al texto final le permitieron al Frente de Todos sumar el apoyo de los bloques provinciales y, de paso, conseguir el visto bueno de varios legisladores de Juntos por el Cambio, por lo que el camino parece bastante allanado para que este año no se repita el naufragio del año pasado. Hay, sin embargo, una serie de nuevos artículos - como el propuesto por Sergio Palazzo que plantea cobrarle un extra a las prepagas o el que elimina la exención del impuesto a las Ganancias para los jueces - que están generando rispideces en un sector de la oposición y, por lo tanto, hacen sembrar dudas. Y es que si bien la matemática del poroteo refleja un escenario prometedor para la sesión del martes, la experiencia de bloqueo del anterior Presupuesto está muy presente y el bloque oficialista no termina de relajarse: "No nos comamos el guiso antes de cazar la liebre", advierten, en modo zen.

El jueves pasado, Carlos Heller cerró la reunión de comisión que dictaminaría el Presupuesto 2023 punteando, durante varios minutos, todas las modificaciones que se habían ido sumando. "Ahora me voy a ir a ver a Boca, no les voy a mentir, pero prometo que cuando termine el partido me voy a volver a trabajar", afirmó, ya casi sin aire al final, entre las risas de les legisladores. Habían sido días y días de negociaciones y, finalmente, se terminaron introduciendo más de 30 cambios al proyecto original diseñado por Sergio Massa.

Hubo concesiones para todos los sectores. En el caso de Juntos por el Cambio, se incorporó la famosa "cláusula gatillo" que comprometía al Ejecutivo a enviar al Congreso una ampliación del Presupuesto si, para el 31 de agosto de 2023, se terminaba recaudando un 10 por ciento más de lo que había proyectado originalmente. Se incluyó también la posibilidad de deducir del pago del impuesto a las Ganancias los gastos educativos (como la cuota del colegio privado de los hijos). Con este último punto, impulsado por Emiliano Yacobitti, el FdT consiguió hacerse con el apoyo del bloque Evolución Radical, es decir que ya hay 12 diputades cambiemitas que votarán a favor del Presupuesto 2023.

En el resto de JxC, mientras tanto, también predomina una predisposición general a acompañar el Presupuesto del FdT. "No se pueden quejar, les dimos casi todo lo que nos pidieron", deslizó una espada oficialista. En efecto, les legisladores cambiemitas salieron bastantes conformes de la última reunión de comisión, a pesar de que el FdT no les había concedido uno de sus principales reclamos: la modificación del artículo que faculta al Ejecutivo a subir las retenciones. El FdT no cedió en este punto -un gesto dirigido también a los propios- y el artículo quedó tal cual lo redactó Sergio Massa. Al principio hubo dudas respecto a si esta decisión podría terminar bloqueando el tratamiento del Presupuesto, ya que no solo JxC se opone tajantemente a ese artículo, sino que también el Interbloque Federal (es decir, el interbloque "del medio" cuya postura suele ser determinante en el destino de cualquier iniciativa). En la práctica, sin embargo, no cambiará el resultado, ya que les legisladores de la oposición anticiparon que votarían en contra del artículo en lo particular, pero que en lo general lo acompañarían. 

Ese es el caso, al menos, de les diputades de Evolución, el Interbloque Federal y, probablemente, de un sector del radicalismo. Fue clave para conseguir su apoyo, además, el incremento del monto de los subsidios al transporte del interior del país, que terminó pasando de 66 mil millones de pesos a un "piso" de 85 mil millones. También lo fue la inclusión de un plan de regularización de deuda para las provincias endeudadas con Cammesa (de modo que no terminara derivando en la quita de los fondos de coparticipación).

En el caso del PRO la situación es menos clara, ya que si bien el Presupuesto le mereció los más altisonantes elogios de un halcón como Luciano Laspina, hubo un par de modificaciones que despertaron las alarmas del bloque macrista. El más resonante fue el caso del artículo propuesto por el secretario general de la Bancaria, Sergio Palazzo, que proponía cobrarle a las prepagas un 15 por ciento sobre el total de lo que les trabajadores pagan de diferencial para tener esa cobertura. "Es un golpe a la clase media", sostuvo, furioso, Laspina, en línea con el malestar que empezaría a crecer cada vez más en las filas cambiemitas. El viernes por la noche, sin embargo, el FdT terminó dando marcha atrás y eliminó el artículo - el 129 - del dictamen, calmando un poco los ánimos. Por otro lado, otro cambio que generó ruido fue la incorporación de una propuesta de diputades de Tierra del Fuego de subir los impuestos internos y externos para productos electrónicos. En este caso, sin embargo, JxC se encuentra en una disyuntiva ya que, si bien su lema de campaña es que no acompañará subas de impuestos, el artículo incluido cuenta con el respaldo de los dos diputados fueguinos del PRO.

Más allá del poroteo opositor, el titular de la bancada oficialista, Germán Martínez, tuvo también que hacer todo lo posible para asegurarse la mayor cantidad de votos propios. Fue por este motivo que se incrementaron varias partidas de gasto social y Educativo - como el de las becas Progresar, asignaciones familiares o el del Fondo de Integración Sociourbana - que habían estado siendo reclamadas por La Cámpora y las organizaciones sociales. En esta misma línea se inscribió la inclusión de un artículo que elimina la exención al impuesto a las Ganancias para jueces y empleades del Poder Judicial. Si bien fue la idea fue propuesta por el entrerriano Marcelo Casaretto, la decisión de ir contra un privilegio del Poder Judicial fue rápidamente respaldada por todos los sectores más "progresistas" del FdT

No tuvo, sin embargo, la misma recepción dentro de la oposición. Y es que hubo algunos sectores del PRO e, incluso, de Córdoba Federal que cuestionaron la decisión de incluir la eliminación de la exención impositiva en el debate presupuestario. Otros, en cambio, fueron tajantes: "El que crea que está bien que alguien por ser funcionario público no pague un impuesto que lo diga claro y lo defienda. A mi me parece un disparate", afirmó un diputado de Evolución. De todos modos, más allá del lugar al que se termine dirigiendo la libido opositora en el debate del martes, la expectativa es que, si no hay sorpresas, el miércoles a la madrugada la Cámara de Diputados terminará dándole media sanción al Presupuesto. Serán, eso sí, más de 20 horas de debate.