Hasta el 2 de noviembre, en La Tertulia Sala de Muestras (3 de Febrero 464, Rosario), se puede visitar una exposición de obras de Gustavo Cochet (1894-1979) que incluye una pintura al óleo, hasta hoy inédita, que documenta un hecho de la Guerra Civil Española. La muestra antológica se titula Mil-937 en honor a esta obra, titulada "Mayo de 1937" y que se expone junto a 4 grabados en técnica aguafuerte de la serie "Caprichos",  y que también narran en imágenes las atrocidades y la lucha de aquel conflicto bélico, del que fue testigo el artista. 

Hijo de padre francés radicado en Maciel (Santa Fe) y de madre aborigen, Cochet fue militante republicano; en 1934, cuando cayó el gobierno de Primo de Rivera y se declaró la II República, se embarcó rumbo a Barcelona, donde participó como presidente del Sindicato de Artistas Plásticos de la Confederación Nacional de Trabajadores. Fundó con el sindicato el Casal de la Cultura, donde se organizaban salones alternativos a los salones oficiales. En 1939, luego de la batalla del Ebro, Cochet huyó con su compañera de toda la vida, Francisca, dos refugiados más entre las masas de milicianos perseguidos que buscaban la frontera de los Pirineos. Según cuentan ambos en sus respectivos diarios, se instalaron provisoriamente en Coillure, una aldea de pescadores en Francia. Con ellos iba el poeta Antonio Machado, a quien el artista acompañó hasta su muerte. Ese año, el gobierno de la patria de su padre lo devolvió expatriado a estas costas. 

Se radicó en Funes, donde su casa taller es actualmente el Museo Cochet, dirigido por su nieta Silvia; la institución prestó las obras de la muestra. Esta incluye además una serie de óleos con una temática diferente a aquel que debió ser resguardado en un altillo porque los ideales anarquistas de su autor hacían peligrar una vez más su vida bajo las sucesivas dictaduras argentinas a las que sobrevivió. Su casa taller en Funes (que quien escribe estas líneas conoció en la niñez, por la amistad de Cochet con el escultor Erminio Blotta, padre de su madre) era un refugio donde se respiraba otro aire, más vigorizante. Cochet vestía de boina vasca y perramus, tenía una colección de pipas y me asombraba con sus gestos galantes de caballero. Pero lo más asombroso eran las pinturas: tenía toda una cornucopia de bodegones, radiantes de color como si las frutas fuesen piedras preciosas. La intimidad de la casa taller estaba habitada con Francisca y con el hijo de ambos, Fernando (padre de Silvia). Las escenas hogareñas, todos retratos de Francisca y de Fernando, contrastan con las de la guerra.

"Es una imagen de una triste actualidad", comenta Martín Domínguez, artista y gestor al frente de La Tertulia. Se refiere a un grabado de gente haciendo fila para comprar los alimentos del día a día, soportando la escasez; y el edificio de la telefónica en llamas de "Mayo de 1937" -incendiado para incomunicar al adversario- evoca las horrendas escenas de destrucción de la guerra en Ucrania. "El 19 de julio de 1936", cuenta Cochet en su Diario de un pintor, "cerré las puertas de mi taller en Barcelona y allí quedaron inconclusas las obras que estaban en curso de ejecución: ¿en qué podían servirles mis pinturas al pueblo en armas en su magna lucha? Me consideré entonces un miliciano más y si nunca tiré un solo tiro, fue únicamente porque para eso sobraban valientes, si no también lo habría hecho; pero no rehuí nunca ningún peligro, contribuyendo con todo lo que estaba a mi alcance y con las mismas esperanzas para conseguir el triunfo final", dijo. 

Pero siguió produciendo: "Mis caprichos, como los de Callot y Goya, son el reflejo de los horrores de la guerra, sus miserias y angustias como así las esperanzas y heroísmos de un pueblo que se repite en la historia y se repetirá siempre, mientras domine la maldad de los hombres", escribió.

En la "sala azul" de La Tertulia, puede verse la muestra colectiva Lumen (luz, en latín), con obras de Manuel Martínez, Eduardo Piccione, Carlos Raffo, Carolina Outon, Silvia De Rossi y Jose Luis Solei. La Tertulia abre de lunes a miércoles y los viernes de 17 a 20.