Con el texto del Presupuesto 2023 aprobado en comisión y pronto a entrar en debate en el Congreso, un informe privado aseguró que habrá un recorte de 5,3 por ciento en Ciencia y Tecnología. Desde el Ministerio lo desmienten: "El presupuesto de la función Ciencia y Tecnología en el Presupuesto 2023 se incrementa a valores constantes en un 32 por ciento, alcanzando los 500.921millones de pesos que corresponden al 0,34 por ciento del PBI que fija como objetivo la Ley de Financiamiento de la Ciencia y la Tecnología".
Es en respuesta al informe "Presupuesto Educativo Nacional 2023" de la organización Argentinos por la Educación, que hace foco en el recorte en las erogaciones de la cartera educativa pero afirma que de aprobarse la ley en los mismos términos en que fue remitida, 22 de las 25 jurisdicciones presupuestarias, es decir ministerios u otros organismos, obtendrán menos recursos en términos reales. Dentro de estas jurisdicciones se encuentra la cartera de Ciencia, Tecnología e Innovación que, de acuerdo a la estimación privada, sufrirá un recorte presupuestario de 5,3 por ciento.
Sin embargo, el Informe del Observatorio "incurre en un error de cálculo cuando analiza el nuevo presupuesto en base a una estimación inflacionaria del 85 por ciento y no del 60 por ciento que es lo estipulado en la fundamentación del Presupuesto 2023", aseguran desde la cartera que conduce Daniel Filmus. "Como todos sabemos, en caso de que la inflación sea mayor al 60 por ciento, también crecerán proporcionalmente los ingresos y por lo tanto las erogaciones en cada área", continúa.
A modo de ejemplo, en el presupuesto 2022 enviado por el ejecutivo al Congreso Nacional que no fue aprobado en el Congreso, los recursos destinados a Ciencia y Tecnología fueron previstos en 187 mil millones de pesos. A partir de decisiones administrativas complementarias, hoy el presupuesto en Ciencia y Tecnología se encuentra cercano a los 240 mil millones de pesos. Esta práctica es la que se aplica siempre que la inflación supera la previsión incorporada al presupuesto.
Además del cálculo caprichoso de la inflación proyectada del 2023, el informe del Observatorio no tiene en cuenta la parte proporcional de las Obligaciones a Cargo del Tesoro que le corresponde al ministerio de Ciencia y Tecnología en el cálculo del presupuesto específico del área. Estas Obligaciones, que significan cerca del 25 por ciento del total de los recursos de CyT, serán distribuidas durante el año 2023 a partir de las necesidades que cada organismo científico va requiriendo. " Hay que aclarar que una buena parte del Sistema Científico Tecnológico Argentino no pertenece al Mincyt. La CNEA, el Inta, el Inti, el Instituto Meterelógico Nacional, el Instituto Antártico Argentino, etc pertenecen a otros Ministerios", aseguran desde CyT sobre el error.
En síntesis, si tomamos correctamente la hipótesis inflacionaria, el Presupuesto Nacional 2023 de la función Ciencia y Tecnología crece, a valores constantes el 32 por ciento. El el caso puntual del Ministerio de Ciencia y Tecnología, el crecimiento a valores constantes, aún no incluyendo la Obligaciones a Cargo del Tesoro destinadas a Ciencia, es del 9,8 por ciento.
A partir del año 2019, el gobierno nacional ha colocado a la Ciencia y la Tecnología como una de sus prioridades y ha tomado decisiones presupuestarias que privilegiaron este sector. Estas decisiones permitieron que se recupere buena parte de la caída de la inversión que entre el 2015 y el 2019 significó una pérdida de la participación de la Ciencia y la Tecnología del 0,35 al 0,22 por ciento del PBI. "La aprobación por unanimidad de la Ley de Ciencia y Tecnología en el año 2021 nos da la oportunidad de llevar adelante políticas de mediano y largo plazo que permitan una creciente inversión en el sector", aseguraron desde la cartera.
El informe mencionado por el Ministerio de Ciencia fue elaborado por Javier Curcio, investigador de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y del Conicet, y Gabriela Catri y Martín Nistal, del Observatorio de Argentinos por la Educación, y replicado en varios medios de comunicación. Los autores concluyeron que el presupuesto educativo de 2023 es el segundo más bajo de los últimos once años y que en la última década la mitad de los gobierno nacionales implicaron ajustes en las partidas destinadas a educación.
En uno de los apartados, aseguran que la mayoría de los organismos que componen la administración nacional tendrán menores recursos en términos reales: el Ministerio de Turismo y Deportes sufriría el mayor ajuste (26 por ciento), Economía (20,8 por ciento) y Salud (19,2 por ciento). Sin embargo, los cálculos los realizan sobre la inflación proyectada en el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) que surge de estimaciones privadas que releva el Banco Central y ubica al aumento de precios en 85,2 por ciento para el periodo. Si bien se puede tomar como un dato válido, no sirve como comparativo para analizar el presupuesto que proyecta un aumento de precios de 60 por ciento, e incluso una recalibración de recursos y gastos en el caso de que la inflación sea mayor a la proyectada.