El titular de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), Pablo Biró, le contestó este martes a Mauricio Macri y aseguró que “se equivocó cuando lo subió al ring”.
Este lunes el expresidente cargó nuevamente contra Aerolíneas Argentinas (AA) durante la presentación de su libro Para qué y consideró de forma directa que, en un próximo gobierno, se tienen que “sacar de encima” al sindicalista.
“Nosotros nos fuimos del Gobierno y el 70 por ciento decía que AA tenía que ser estatal y hoy eso cae al 40 por ciento y va a llegar al cero. Nos vamos a sacar encima Biró y todos sus compartimientos mafiosos y la plata que nos roba”, dijo ayer Macri.
Pero Biró le contestó por AM750: “A diferencia de él, yo no soy ineficiente. La pelea la voy a dar de la mejor manera. Cuando me subió al ring se equivocó. Cuando personaliza en mi figura se equivoca”.
Y siguió: “Me pueden hacer operaciones, me pueden detener, me pueden hacer todas las mugres que dijeron que no iban a hacer más e hicieron, pero la línea de bandera excede la idea de un sindicato, de un dirigente, de un Gobierno”.
“Aerolíneas Argentinas es patrimonio de todos los argentinos y la capacidad que tenemos de desarrollarnos como país soberano. Es una discusión que tendrá que dar conmigo o con el que me reemplace cuando me meta en cana o cuando intervenga el significado”, finalizó Biró en respuesta a Macri.
Qué dice Macri sobre Aerolíneas en Para qué
“Habrá que tomar decisiones drásticas. Aquel “buenismo” que algunos señalaron durante nuestra gestión, no va más. El populismo light no es una opción”, dice Macri en Para qué.
“Si corresponde privatizar o cerrar empresas estatales deficitarias como el caso de Aerolíneas Argentinas, deberemos avanzar sabiendo que por encima de los intereses de sindicalistas y políticos está el interés de todos los argentinos”, amenaza.
“Ni la patria ni la soberanía están escondidas en las alas, cabinas, turbinas o bodegas. Los aviones hoy son un medio de transporte como cualquier otro y no son otra cosa que colectivos que vuelan”, añade.
E insiste: “Existe una larga lista de empresas públicas que deberán pasar a ser gestionadas por el sector privado sin excepciones, o que deberán ser eliminadas. El gasto público ha crecido hasta un punto tal que, lejos de ser un motor de la economía como postula el populismo, se ha convertido en un freno al sector privado”.