El Movimiento Popular La Dignidad encabezó una marcha desde la Iglesia de San Cayetano hasta la sede de Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) para plantear “la necesidad de luchar por una paritaria” con el gobierno nacional para actualizar el Salario Social Complementario que perciben las siete ramas de la economía popular, equivalente a la mitad de un Salario Mínimo Vital y Móvil.

Con la protesta, el MP La Dignidad --que lidera el dirigente social y funcionario del Ministerio de Desarrollo Social Rafael Kressler--se propuso también "reforzar el programa de Tierra, Techo y Trabajo (TTT)” que promueven las organizaciones territoriales conocidas como Los Cayetanos, y “dar pelea contra las empresas concentradas" de la alimentación frente a la escalada de precios en los alimentos de primera necesidad.

"El último 17 de octubre pudimos ver, más allá de la preocupante fragmentación del movimiento de los trabajadores y trabajadoras, una voluntad de pelea muy mayoritaria del conjunto de la clase obrera para enfrentar el empobrecimiento que están generando la altísima inflación y las políticas de ajuste que se desprenden del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional", señaló el MP La Dignidad en un comunicado.

A lo largo de los 17 kilómetros de recorrido entre Liniers y Constitución, miles de personas expusieron en pancartas y banderas otras reivindicaciones que impulsaron la movilización. Aunque el eje fue la “ampliación de derechos, Salario Básico Universal y Desarrollo de la Economía Popular”, también reclamaron por el “acceso a la tierra y protección de zonas estratégicas de soberanía alimentaria”; “reparto de tierras para vivir y producir” y la “creación de una Empresa Nacional de Alimentos”, entre otros puntos.

Tampoco faltaron las consignas políticas sobre el rumbo del gobierno nacional del que la organización social es parte. Allí, el MP La Dignidad propone “enfrentar a las grandes empresas que especulan y concentran la riqueza”, “cortar amarras con el FMI, investigar la deuda y no pagarla a costa del hambre del pueblo” y “no convalidar las políticas de ajuste que ‘nuestro’ gobierno está llevando a cabo”.

Pero la marcha también incluyó un reclamo a la actual conducción de la UTEP. “Vemos con preocupación el rol que cumplen muchos dirigentes/as que ocupan lugares en el Estado como correa de transmisión de la política estatal hacia el sector, invirtiendo la lógica de representación y transformándose en gestores de políticas que lejos de profundizar el protagonismo de los trabajadores y trabajadoras de la economía popular están avalando políticas que no dan respuesta al conjunto de los compañeros y compañeras en particular, y que son parte de un paquete de austeridad que se expresa en el presupuesto que se busca aprobar en estos días", expresa el documento de la MP La Dignidad.

“Es necesario democratizar la vida interna de la UTEP, por eso consideramos que hay que realizar elecciones internas que generen la participación del conjunto de trabajadores de la Economía Popular de nuestro sindicato”, dijo a Página/12 Marina Joski, integrante de La Dignidad y secretaria de Género y Diversidad de la UTEP. Joski se lamentó que su secretaría no forma parte de la Mesa Ejecutiva de la UTEP ni de sus decisiones. 

"La UTEP tuvo un rol protagónico en la resistencia al macrismo y en la confección de un programa integral para la economía popular luego del triunfo del Frente de Todos. Hoy nos encontramos en una situación de fragmentación política del sindicato que tiende a inmovilizarlo o mínimamente a dispersar su fuerza y su agenda. Hacemos un llamado a nuestros hermanos y hermanas de clase y de lucha a retomar la senda de priorizar el sector y sus reivindicaciones para conquistar mayores niveles de organización y derechos", planteó el MP La Dignidad.